Los científicos de la agencia espacial estadounidense NASA estudian el
impacto de un meteorito en la Luna que tuvo la potencia de unos 70 kilogramos de
dinamita cerca del borde del Mar de las Lluvias.
Los observadores antiguos creían que las áreas oscuras de la Luna eran mares, y
las iluminadas eran continentes, de allí el nombre de Mare Imbruim, o mar de las
Lluvias, a una región de casi 1200 kilómetros de diámetro en la superficie del
satélite en la Tierra.
El 7 de noviembre pasado con la ayuda de un telescopio de 25 centímetros de
diámetro, los astrónomos en el centro de Marshall de Vuelo Espacial en
Huntsville, Alabama, registraron un pequeño resplandor al noreste del mar de las
Lluvias.
La NASA explicó que tales impactos no son raros pero no fue hasta en 1999 que
los científicos registraron el primero en el momento que ocurrió.
¨La gente ya no mira más a la Luna¨, comentó Robert Suggs, jefe del equipo de
Ambiente espacial en la Rama de Ambientes Naturales del Centro Marshall.
¨Tendemos a pensar que ya lo sabemos todo acerca de la Luna, pero hay mucho que
podemos aprender de ahí¨, agregó.
El presidente George W. Bus anunció hace un año un ambicioso plan espacial para
Estados Unidos que incluye el retorno de astronautas a la Luna hacia 2020. el
estudio de los impactos de meteoritos tiene importancia para la NASA que busca
proteger a los exploradores lunares.
La mayoría de los meteoritos que caen para la Tierra se desintegra en la
atmósfera sin otos rastros más que una línea de luz, pero en el vacío que rodea
a la Luna aún los meteoritos pequeños caen con toda su fuerza.
Bill Cooke, un astrónomo en la oficina de Meteoritos de Marshall dijo que ¨las
posibilidades de ser golpeado por un meteorito en la superficie lunar son muy,
muy pocas¨.
¨Lo que nos interesa entender es qué ocurre con los escombros esparcidos a gran
velocidad tras el impacto del meteorito y que no son frenados por la fricción
atmosférica o la fuerza de la gravedad, como ocurriría en la Tierra¨, añadió.
Suggs, quien encabezaba el análisis del impacto, usó programas de computadora
comerciales para estudiar la película imagen por imagen y detectó un resplandor
muy brillante.
El resplandor disminuyó gradualmente a lo largo de cinco imágenes de la
película, cada una de 1/30 segundo de duración. En consulta con Cooke, Suggs
determinó que se trató del impacto de un meteorito captado por la cámara desde
399.000 kilómetros.
Los científicos determinaron que el meteorito probablemente fue un ¨táurido¨,
parte de una lluvia anual de meteoritos activa en la fecha del impacto.
Sobre los datos de la cantidad de luz producida por el objeto, calcularon que
probablemente el meteorito tenía un diámetro de unos 13 centímetros, se
desplazaban a más de 95.500 kilómetros por hora y puede haber abierto un cráter
de 3 metros de diámetro en la superficie de la Luna.
Los científicos creen que los Táuridos, que se aproximan a la Tierra desde la
dirección de la constelación de Tauro, son restos del antiguo cometa Encker, que
orbita al sol cada 3,3 años.