CIENCIA Y LO ESOTERICO

En el cerebro del ser humano se encuentran dos glándulas importantes. Nos referimos a la glándula pituitaria y a la glándula pineal. Ambas eran consideradas ineficientes por la Ciencia, hasta hace pocas décadas. El estado de meditación produce unos efectos extraordinarios si el ejercicio se realiza con la debida atención.
Cuando se entra en el estado de la meditación profunda el cerebro baja el ciclo de sus frecuencias vibratorias. Esto es producido de forma voluntaria utilizando el vehículo de la mente. Para muchos, el cerebro y la mente son sinónimos. Nada puede estar más lejos de la realidad debido a que el cerebro, al ser un organismo físico es visible ante el ojo humano. La mente no es visible por el ojo físico ya que la misma es de naturaleza invisible. Eso hace que la mente sea una facultad espiritual en el ser humano. El cuerpo humano tiene aproximadamente unos 20 vatios de electricidad mientras que el área del tercer ojo contiene aproximadamente una milésima parte de un voltio.
El estado de meditación profunda hace que la glándula pituitaria y la glándula se activen genarando de esta manera vibraciones. Esto de por si produce la secreción de un compuesto químico en ambas glándulas. Cuando la substancia de esta secreción realizan contacto la una con la otra se produce en el hemisferio del cerebro un estado de éxtasis el cual produce una paz interna y sublime. Los místicos aludían a este estado como la manifestación de lo divino en el cuerpo humano.
Las ondas cerebrales bajan el ciclo vibratorio el cual se compone de ondas eléctricas y magnéticas producidas por la mente. La mente es el vehículo o el generador que hace posible la activación de estas energías. Los místicos de la antiguedad se referían a esto como la catedral del alma, el subconsciente. Pero el subconsciente recibe a la vez sus impresiones del supraconsciente.
La Ciencia ha logrado medir la energía en voltios que produce el cerebro mediante la Neurología. En este tercer milenio nos acercamos más a las grandes verdades emitidas por los grandes maestros de la antiguedad. El secreto del ser humano se encuentra en LA MENTE.