Tu vida es un proceso dinámico y constantemente está cambiando, tanto en lo
interno (estados emocionales y esquemas de pensamiento) como en lo externo
(circunstancias). Como sostienen los maestros taoístas "lo único inmutable es
que todo es mutable". Occidentalizando esa afirmación, podemos decir que lo
único que no cambia es que todo cambia.
Aunque aparentes serlo, no eres la misma persona que hace cinco años. Tus
células cambiaron, tu fisiología varió funcionalmente, tu visión del mundo ha
experimentado modificaciones, has dejado por el camino algunos proyectos y
seguramente tienes otros nuevos, tus sueños ya no son aquellos sino estos de
ahora.
Todo cambia por más que a veces nos refugiemos en la ilusión de la estabilidad y
la permanencia. Tu vida está constantemente cerrando ciclos y abriendo otros
nuevos. Es como la Luna que lejos de permanecer en una fase, siempre está
desplazándose hacia la siguiente en un eterno flujo.
¿Y qué puedes hacer ante esa realidad?
Tres cosas:
1) Aceptarla.
2) Comprenderla.
3)Facilitarla fluyendo con ella.
Aceptarla, porque tus experiencias existenciales son los resultados del plan de
vida que tu Alma elaboró antes de tu actual reencarnación. Y confiar en que ella
sabe exactamente lo que necesitas vivir, para continuar evolucionando hacia tu
plenitud. Aceptarla, porque por mucho que lo intentes, no puedes modificar un
punto ni una coma de lo que está preestablecido en tu Carta Natal (tu programa
de vida). Experimentarás lo que tu Alma decidió que necesitas experimentar y te
encontrarás con las personas que tu Alma decidió que necesitas conocer.
Comprendo que puede resultarte difícil aceptar esta idea, pero créeme que las
cosas así funcionan.
Comprenderla, que sobre todo consiste en ver detrás de todas tus experiencias,
incluso de las dolorosas, la manifestación del amor incondicional que el
Universo te profesa. A veces, esa manifestación amorosa no es fácil de percibir
en un primer momento, en particular cuando vivimos algo que no deseamos o como
no lo deseamos. Y sin embargo, generalmente luego de un tiempo comprendemos y
miramos lo vivido desde nuevos ángulos.
Facilitarla, confiando en la finalidad positiva detrás de todo lo que vives.
Evitando perder tu tiempo y energía preguntándote "¿por qué ésto?" y
preguntándote en cambio "¿para qué es esto?". Facilitarla, volviéndote
consciente de qué cambio necesitas hacer y tal vez estás resistiendo.
Facilitarla, dándote cuenta de que más allá de la circunstancia que sea, tú
siempre eres quien decide qué hacer con ella, cómo vivirla.
Aproximadamente cada dos años y medio, se producen cambios en nuestras vidas y
ellos son observables y predecibles estudiando en tu Carta Natal los movimientos
de tu Luna.
Mediante una técnica llamada Etapas Lunares, vemos que tu Luna cada dos años y
medio cambia de signo y casa (sector) y también forma nuevos aspectos con tus
planetas natales.
Observar las Etapas Lunares te posibilita saber y comprender lo que estás
viviendo o vivirás en el futuro, cómo lo vivirás, para qué lo vivirás, cuándo lo
vivirás y cuáles son las mejores actitudes que puedes desarrollar ante esas
experiencias.
La vida es un orden perfecto. Tu vida es un orden perfecto. Y conocer y
comprender ese orden puede producir un maravilloso cambio en ti y tu realidad.
En el próximo artículo, veremos las principales características de cada Etapa
Lunar y cómo te conviene actuar en cada una de ellas.
Si quieres opinar o preguntar sobre el tema de este artículo o sobre cualquier
otro, dispones del CONSULTORIO EN LÍNEA y para mi será un gusto responderte.
Un cálido abrazo,
Alberto Suarez