ACUARIO
Los impulsos animales no tienen mayor importancia para ella. Prefiere idealizar el amor, encajarlo dentro de la ternura. No vaya a su lecho buscando un abandono sin control. Pero una vez que se ha excitado, ahí va.
Es en extremo imaginativa y creadora y se interesa vivamente por los nuevos medios de disfrute. No hay nada en algún manual de sexo que no intente, y lo más probable es que hasta saque alguna variable interesante de las variantes que allí aparezcan.
Cree que vale la pena todo aquello que acreciente el placer de su amante. A veces varía la intensidad de la caricia, desde un roce de pluma a un ligero rasguñar con las uñas. Luego pasará a la parte de atrás, tomará los glúteos, uno en cada mano, y empezará a moverlos en círculos enloquecedores. A veces combina esto con la acción oral por delante, y es entonces cuando su pareja empieza a pensar que se trata de amor.
Su cariño y entendimiento resultan particularmente efectivos con personas inhibidas o psicológicamente impotentes. Se preocupa por todo aquél al que estima, pero para se preocupe realmente por alguna mujer le ha de gustar tanto su mente como su cuerpo. Susurrante al oído qué es lo que intenta hacerle puede ser tan estimulante como mirar un desnudo. Le gusta el acoplamiento total. En su necesidad de complacer entra todo aquello que desea la libídine de su amante.