Los Marassá

Los Marassá ( Gemelos o Mellizos ) en el Culto Vodu

Los gemelos (Marassá), vivientes y muertos, son investidos de un poder sobrenatural que hace de ellos seres de excepción. En el panteón vodú, un lugar privilegiado les está reservado al lado de los grandes misterios. Para algunos los Marassá son más poderosos que los luases. Ellos son invocados y saludados al comienzo de una ceremonia.



En algunos lugares, en una misma ceremonia son invocados por separado a los luases, a los muertos, a los Marassá y a Dios. En él, después de los preparativos del manyé y del trazado del vévé, los oficiantes dirigen su atención a los Mellizos. En otros no existe un culto independiente para "los muertos" y para los Mellizos, a los cuales ninguna ceremonia se les puede pasar por alto.
"Desde que ambos (tipos de muertos) protegen y persiguen a los miembros de una familia, en correspondencia con el tratamiento que reciban, se ha hecho esencial que les sean dados en su honor elaboradas fiestas nocturnas, ritos funerarios, numerosos toques, misas católicas y ceremonias vodú". No obstante, los Gemelos son altamente reverenciados en vida.

En un tipo de ceremonia los participantes se ponen sus ropas rituales, trazan el vévé y entonan esta canciones.
Después el sacerdote se dirige a prepararles la comida a los Gemelos: toma dos o tres cestas cubiertas con paños blancos y mezcla maíz crudo, maní tostado, plátanos no cocinados o fritos, ñames, arencas, pan, confituras, berenjena, cereales, millo, coco, frijoles, mastuerzo de agua, todo tipo de licores y café. Cuando todo está listo, se canta.
El sacerdote invita a los Mellizos a asistir a la ceremonia cantando otra canción en su honor.
Un tercer canto a los Mellizos es ofrecido antes de presentar el manyé.
Mientras los tamboreros tocan un ritmo, el oficiante pone parte de la comida dedicada a los Gemelos en un recipiente de calabaza. La ofrenda se deposita en los árboles, las corrientes de agua, las encrucijadas y en todos los lugares conocidos por ellos. Tras esto se vuelve a cantar.
Después del canto, se les implora que se retiren y dejen a la familia sola.
Cerca de las siete en punto, el hungán consagra los lugares arriba mencionados, que las entidades sobrenaturales gustan visitar, lo hacen con aspersiones de hojas de naranja sumergidas en agua bendita. Luego hace libaciones y lanza maíz al viento. Todo esto sucede al compás de los tambores y sólo recesa al dirigir el sacerdote a los presentes un breve responso de corte protestante.
Tras esto el houngan hace sonar la campanita y de inmediato sus asistentes tocan otros instrumentos y baten banderas ceremoniales, lo cual constituye el saludo a los santos vodú. Siguen canciones, algunas de evidente sesgo católico, y toques, hasta que la ceremonia da paso a la invocación a Legbá, dios muy venerado por su edad y carácter y que debe ser el primero en acudir a ella.

En otro tipo de ceremonia la familia que tiene gemelos, vivos o muertos, deberá ofrecerles un manye-marassáuna vez al año, el Día de Reyes, el Sábado Santo o en Navidad.La ofrenda es la acostumbrada, con la única singularidad de que debajo del peristilo el número de platos de los Mellizos puede llegar a ser fácilmente cincuenta.



La distribución de la cena debe ser muy exquisita, porque de cometerse algún desliz en ello, levantaría la furia de alguno de los miembros de esta grey tan susceptible. Algunos comen en un plato. Otros prefieren que la comida descanse sobre una hoja de plátano o sobre una estera. No pueden sufrir la vista de cuchillos, de tenedores o cucharas.
La comida de los Gemelos se termina con el mismo rito con el que a veces cierra la fiesta para los muertos. Los restos de las ofrendas son mezclados en una calabaza grande o perol de madera. Una hounsi da tres vueltas al peristilo, luego deposita el recipiente que lleva sobre la cabeza y después de haberles preguntado si estaban contentos, lo deja a su glotonería. Ellos se echaron sobre esta pitanza como vuelo de pájara y se disputaron el contenido. Se les ordena, sin embargo, no romper los huesos con los dientes. Si la comida es preparada para gemelos vivos, éstos son naturalmente los primeros en comer y solamente cuando están saciados, se ofrece los restos a los invitados. Se les aclama y no se cesa de preguntarles si están satisfechos.



En los manyé-masá siempre se comienza una ceremonia de cumplimiento destinada a los muertos, en especial dedicada al espíritu de algún difunto de la familia. En ella se sigue el formato de una misa espiritista, con la diferencia que los rezos son realizados en créole y no siempre son los mismos.

Los Mellizos haitianos se odian mutuamente. Asimismo están investidos de poderes sobrenaturales o excepcionales: gran capacidad para realizar maleficios y encantamientos.