Cómo saber si se estás embrujado

La mente humana suele confundirse frecuentemente acerca del conocimiento del mundo espiritual, de ello que muchas veces confundamos alguna experiencia que ha de ser importante para que continuemos con nuestra evolución, con algún trabajo de magia negra. Claro que también ocurre que lo que creemos mala suerte, pueden ser espíritus enviados a causarnos daño. Pero cómo saber si estamos siendo sujetos de magia negra? Para saber si alguna persona física o espiritual nos está haciendo daño, en primer lugar debemos saber si nosotros, de manera inconsciente, no estamos buscando culpables a lo que nosotros mismos generamos en el pasado. Es frecuente encontrar a personas que nos dicen listas interminables de males que los achacan, dicen que les aparecen moretones, o que sienten que una presencia negativa les oprime el pecho, también hay quien asegura que sus desgracias económicas o de salud son producto de la envidia de sus vecinos, sus compañeros de trabajo o hasta de familiares cercanos. Lo cierto es que la mayor parte de estas personas en realidad no quieren responsabilizarse de su propia vida y quieren culpar a los demás de su vida llena de negatividad: suelen ser egoístas, mentirosos, ambiciosos, dominantes. Incluso pueden llegar a crearse daños físicos para demostrar que lo que piensan es verdad. Estas personas están siendo sujetas de la ley eterna de la justicia: la causa y el efecto. Todos sus males son producto de sus emociones, pensamientos y acciones; pero ahora que están recibiendo la enseñanza quieren que otros carguen con lo que inevitablemente cargarán hasta que cambien su forma de actuar, pensar y sentir. De ello que los hinduistas consideren que la enfermedad es producto del karma, y es cierto, pues no existe enfermo sin que de manera profunda y oculta el mismo enfermo desee estarlo, ya sea para culpar a los demás, para causar lástima o para recibir el afecto que no son capaces de generar a través del amor sano y libre hacia los demás. Mi experiencia como sanador me ha enseñado que con estas personas muy poco se puede hacer, pues prefieren pensar que todo el mundo está equivocado antes de reconocer que ellos son los que están provocando sus males. Todos suelen ser profundamente necios y terminarán recorriendo cuanto curandero puedan conocer hasta que se topen con algún charlatán que les quite su dinero, pero quedarán conformes porque les crearon historias de demonios y personas que les envidian. Acaso podemos envidar el mal ajeno? Sin embargo hay otros casos en los que realmente las personas están siendo sujetas de trabajos de magia negra, principalmente son personas que están dedicadas a hacer el bien, que buscan ayudar a los demás o que siguen su evolución espiritual de la manera más positiva que les sea posible. Estas personas absorben la energía de la abundancia, de la felicidad, del amor y la alegría por vivir; pero también hay fuerzas involutivas, materialistas que quieren detener el crecimiento de estas personas; estas fuerzas pueden ser humanas o espirituales. Estas personas susceptibles de ser embrujadas suelen tener a alguien cerca que es muy negativo, constantemente lo están observando esperando algún momento en que baje su energía positiva para lanzar su energía negativa. Algunos estados del alma que dejan entrar la energía negativa son la depresión, el cansancio, la falta de alimento espiritual y material, el desamor, el enojo, el odio, la ansiedad, la envidia, el alcoholismo, en general todo lo que el hombre ha llamado como defecto. La falta de energía positiva hace que muchas personas sean tan destructivas, pues al disminuir su luz interna (o aura), sin que sean embrujos o posesiones como tal, dejan que las energías negativas influyan sobre ellos. Un ejemplo claro son los alcohólicos, suelen andar de noche en la calle embriagados, por lo que sus energías bajan muchísimo y reciben las energías a todo lo que dan. Entrando así en un círculo vicioso donde el alcoholismo, que es una energía negativa, se va alimentando de energías igual de negativas. Así la mejor forma de impedir que las energías negativas y embrujos funcionen es creando una capa energética positiva que impida el paso de lo negativo. Siendo la única fuerza capaz de crear esa coraza protectora: EL AMOR, no hay otra herramienta, pues el amor a Dios implica confianza en él, si confiamos en que nada nos pasará porque Dios nos protege (Dios como lo concibamos) es porque le amamos. Debemos recordar que los egipcios consideraban el amor como la fuerza que nos permite reencarnar. El amor se alimenta de optimismo, de confianza, de trabajo, de la búsqueda de la verdad y la luz, pero de ello hablaré en otra ocasión. Si queremos impedir ser objetos de embrujo o de energía negativa, también puedo recomendar dos cosas: 1. mantener limpia toda nuestra casa (esto también incluye nuestro propio cuerpo) no amontonado objetos que al final de cuenta son basura o terminan siéndolo. Hay que desechar todo lo que no sirve. Nuestra casa es el templo donde vive la encarnación presente de nuestra alma, así que debe ser cuidada como tal, como un templo. El Feng Shui trata muy bien este tema. 2. Tengamos una vela encendida dedicada a la energía positiva, evolutiva. Esto quiere decir que podemos prender una vela a Dios, a la vida, al universo, a los santos, a los arcángeles, a la felicidad o a cualquier fuerza que nosotros creamos que es la fuente de la energía positiva. La luz debe estar prendida todo el tiempo, apagándola cuando se corra el riesgo de provocar un incendio. Hay que tenerla en la cocina, que es la fuente del amor. Cuando tengamos carencias o necesitemos de la ayuda superior por algún problema pongámosla en la mesa donde comemos, en el centro. Y si pasamos por algún momento de depresión o problema emocional y que requerimos de consuelo, apoyo o compañía, llevémosla a la alcoba. Pero ahora bien, Todo esto que he dicho es de alguna manera un resumen de algunas cosas que podemos hacer para prevenir los males de magia negra y de energía negativa. Pero, algunas formas en que nos podemos dar cuenta de si estamos siendo embrujados o la energía negativa está muy adentrada en nosotros son: El cabello se marchita, se tiene mucho sueño y el alimento provoca nauseas, la comida como el huevo batido y en general de consistencia voluminosa se aguada al tocarla, se perciben malos olores y la propia persona huele mal a pesar de que se asee, su salud física disminuye demasiado, se escuchan ruidos ?malignos?, se tiene constante miedo, los animales como las mascotas se mueren, constantemente aparecen animales muertos en la casa (como son gatos, aves o ratas), se ha pasado por algún momento que haya bajado nuestra energía positiva, se tienen pesadillas y se siente que el alma se está muriendo. Por cuestiones legales lo mejor es consultar un médico universitario y alternar la medicina tradicional; pero siempre debemos estar acompañados por personas sanas para que juzguen si los médicos son acertados o no, o sólo están cometiendo un fraude con nosotros. Dos maneras caseras de saber si se tiene un embrujo es teniendo una planta sana en la recámara, alguna muy pequeña, si se marchita a pesar de los cuidados y de que el lugar está limpio y escombrado, lo mejor es consultar a un especialista en ciencias ocultas. Lo mismo ocurre con los animales como las aves, ellas, así como las plantas, son muy susceptibles a la energía negativa. La otra manera es dejando que la persona que pensamos está embrujada duerma en el suelo, le colocamos una vela encendida apuntando a la cabecera y otra en los pies. Observemos. Si la vela no se puede prender, se ahoga, da pequeñas explosiones o manifiesta alguna luz que no sea normal, hay algún problema de energía negativa. Algunas formas utilizadas por especialistas para diagnosticar la brujería son: La lectura de los oráculos tales como el tarot gratis, la cera o parafina, el huevo, los caracoles, las manos, etc. Yo recomiendo que cuando se tiene cualquier tipo de enfermedad la persona se haga limpias, sin dejar de tomar el tratamiento prescrito por el médico alópata, pues elimina los nudos que impiden la libre circulación de la energía que alimenta nuestra alma, colaborando eficazmente a la recuperación del cuerpo material. Pero siempre una vida espiritual sana es la que cura toda enfermedad, no hay más. Es muy cierto que podemos ser presa fácil de la charlatanería, sobre todo cuando estamos acostumbrados a echarle la culpa a los demás de lo que nos ocurre, pero también es muy cierto que la brujería existe y hay personas que recurren frecuentemente a ella. La línea divisoria entre la brujería y la influencia de energía negativa en nuestra vida es muy débil, afortunadamente las dos se purifican con limpias de aura, limpias chamánicas, oración, meditación y varias formas más; pero la salud espiritual sólo se conserva viviendo en la luz evolutiva, permitiendo así que la energía universal nos dé lo que en la encarnación presente nos corresponde hacer y obtener. Un saludo Cordial. Carlos Nauj (Juan Carlos D. Aragón)