Si el hombre pudiera aprender la Verdad contenida en la afirmación de Jesús, "Conforme a vuestra fe os será hecho" [Mateo 9:29], se daría cuenta de cuán poderosa fuerza es la cualidad de su fe, y de cómo el estado natural de su conciencia de ser determina, continuamente, la manifestación que él energiza.
La atención es una facultad espiritual que la mente está dirigiendo constantemente, y es el canal a través del cual fluye la energía de Dios.
La atención lleva sobre el rayo de su propia fuerza magnética, la radiación del emisor al objeto sobre el cual está orientado el rayo.
La Fe es un estado constante del propio ser, cada segundo de la Eternidad.
Cuando el ego evolucionante se impregna de tal manera con la convicción interna de conciencia que DIOS ES EL ÚNICO PODER QUE PUEDE ACTUAR, la fe de tal persona energiza constantemente ese Poder Divino que fluye a través de todas las apariencias.
El tratamiento no es cuestión de concentrarse durante algunos días o meses, sino de una vertida constante de esa cualidad de fe en la que habitan eternamente los Maestros y TODOS los Seres Perfeccionados.
La Jerarquía Celestial y, de hecho, toda vida (excepto la que se encuentra evolucionando en el plano terrenal) habita en la fe perfecta en el BIEN.
No hay "casa dividida contra sí misma" excepto en el Reino Humano.
Es este Reino Humano el que ha impartido el miedo, la incertidumbre y la duda a los Reinos Animal y Elemental, al darle fe a un poder opuesto a Dios.
El ciclo ha regresado de nuevo al punto en que la cualidad de la Fe será utilizada ÚNICAMENTE para expandir la radiación del Poder Divino.
Círculo Metafísico Argentino