Lenguaje oficial lo define como juntar dos o más cosas entre si
La unión hace la fuerza
La unión figura hasta en la matemática, si recuerda alguien que estudio los conjuntos. El verbo unir, se aplica a diferentes circunstancias. Así el lenguaje oficial lo define como juntar dos o más cosas entre si, haciendo un todo de ellas.
Mezclar o ligar varias cosas entre si; casar; poner de acuerdo voluntades, ánimos u opiniones; juntarse o buscar una persona la compañía de otra. Generalmente ese transitivo tiene por objeto reforzar y si se trata de ello es porque existe debilidad de una de las dos cosas a unir o porque a una o a la otra hace falta algo.
Por ello solemos escuchar frases como: la unión hace la fuerza, una circunstancia que en el caso del pensamiento religioso se está haciendo evidente, claro sin dejar de lado la existencia de un plan maquiavélico previo cuyo propósito original hay que mantener para no dejar rendijas que cause el temor de perder el status quo.
Recordarán nuestra historia del espionaje en la que desde el Vaticano se ordenó el asesinato de la reina Isabel, en 1566 porque era protestante.
Ese hecho tuvo su origen en la falta de contención del rey Enrique VIII de Inglaterra que casado con Catalina de Araón pidió al Papa Clemente VII anular ese matrimonio para casarse con Ana Bolena, ésta era hija de Tomás Bolena, vizconde Rochford y primer conde de Wiltshire y de Ormonde, y de Isabel Howard, hija del segundo duque de Norfolk.
Quique había contraído matrimonio con Catalina de Aragón, hija de Fernando de Aragón de España, quien veía en esa ?unión?, una oportunidad para hacerse con el reinado de Inglaterra, el 11 de Junio de 1509.
El Papa Clemente VII se rehusó a autorizar el divorcio y Enrique VIII, desde luego, enojado proclamó la independencia de la iglesia católica de Gran Bretaña o Anglicana o iglesia inglesa y se declaró único y supremo jefe de la iglesia de su país en el año 1534.
Enrique logró su propósito de casarse con Ana Bolena a quien poco tiempo después ordenó asesinar para casarse con Juana Seymour, quien moriría doce días después de dar a luz al futuro rey Eduardo Sexto.
Viudo, Enrique volvió a casarse, esta vez con Ana de Chevry de quien se divorció para casarse con su futura víctima porque también la mandó ejecutar, Catalina Parr.
Baste como introducción porque la razón de ella ocurre en este tercer milenio en el que los protagonistas son los mismos, es decir, El Vaticano y la iglesia Anglicana solo que con una variante y por ello el título de ?Unión?.
El 19 de Febrero 2007, la agencia Efe fechaba un despacho desde Londres informando que el diario The Times publicó que: ?una comisión internacional de representantes de las iglesias católica y anglicana ha elaborado un conjunto de propuestas para su eventual unión bajo el pontífice romano.
Mientras por entonces el Vaticano anunciaba que analiza las propuestas, en Tanzania, representantes de la iglesia Anglicana que incluye a la episcopaliana de Estados Unidos, intentaban detener un cisma a raíz de la ordenación de homosexuales como el obispo Gene Robinson apoyada por anglicanos liberales pero condenada por los conservadores a los que el Joseph Ratzinger, cuando era obispo, ofreció su apoyo ya que como el catolicismo, también rechazan la ordenación de mujeres.
Hipótesis: la voy a calificar de antojadiza pero...se cristalizará la unión Vaticano-Anglicano, que para muchos será reconciliación y entonces surgirá una nueva religión, digo porque los liberales anglicanosque apoyan a los ministros homosexuales no querrán saber nada ni de los conservadores ni del catolicismo.
Lo interesante de esta historia quizás no sea, en ultima instancia, el protagonismo de las ideas religiosas aparentemente opuestas y sus contradicciones o lo que pasará al final sino la semejanza de algunas circunstancias que motivaron la ruptura desde Enrique VIII.
En 1534 la ruptura fue por el ánimo mujeriego de Quique y ahora, es la homosexualidad, la pederastia y la eventual ordenación de mujeres, es decir, motivaciones sexuales y para que las féminas no se molesten pues también podemos decir que se repiten motivaciones de genero.
Pero las situaciones de sexo en el seno de la iglesia anglicana son motivo de preocupación porque existe la amenaza de cisma, mismas que serian tratadas en una reunión de obispos de esa denominación, en Dar es Salaam, Tanzania.
El despacho de efe fechado el 20 de febrero 2007, consigna que los dirigentes de las 38 provincias de la comunión anglicana en todo el mundo están mas polarizados que nunca.
Las divisiones están en tal predicado que se pone en tela de juicio la autoridad del obispo de Canterbury como ?primus Inter Pares? o sea ?primero entre iguales?.
Por esa fecha, los conservadores reclamaban la invitación que giró el obispo de Canterbury a la obispa Katharine Jefferts Schori, lider de la iglesia episcopaliana, rama estadounidense del anglicanismo.
La dama en cuestión no goza de las simpatías de los conservadores porque apoya al clero y a los matrimonios homosexuales.
Volvemos a los intentos de unión pues el 20 de febrero, efe publicaba una nota fechada en el vaticano acerca de que la Comisión internacional Anglicano-Católica para la Unidad y la Misión, IARCCUM, afirmaba que aun existen sectores de desacuerdo pero todavía habría que afrontar el diálogo.
Ese mismo día, el Papa Benedicto XVI invitaba al jeque Said Tantawi de Egipto quien aceptó para una reunión en el marco del dialogo interreligioso y de la comisión de Relaciones con los musulmanes.
Ese mismo día, los líderes Anglicanos reunidos en Dar es Salaam, Tanzania, presentaban un ultimátum a su sucursal de Estados Unidos para que no ordene mas sacerdotes homosexuales ni de la bendición a alianzas entre personas del mismo sexo.
Los episcopalianos gringos tendrán que dar una respuesta al ultimátum, el 30 de septiembre 2007 aunque entendidos en la materia, consideran que los obispos de la iglesia episcopal no pueden comprometerse a esas demandas porque la estructura organizativa y legal de la iglesia en ese país, es diferente ya que en su gobierno participan clérigos y laicos, además de obispos.
Señales en la tierra diría nuestro amigo Paulo Coello, en su obra ?El Alquimista?.
Le dejamos para que libere la curiosidad de un tema que es analizado por numerosas personas, escritores, sacerdotes y periodistas.
Escrito por Carlos Ramirez