LAS RELACIONES "PUENTES"

Recientemente fui consultado por una persona que días antes había terminado con una relación de pareja de ocho años. Cuando me preguntó sobre su futuro en esa área, le manifesté que volvería a enamorarse en dos años y la expresión de su rostro reflejó ansiedad y me preguntó si mientras tanto estaría sola. Observando juntos su Carta Natal y confirmándolo con una lectura del Tarot Mítico, vimos que en medio de esos dos años viviría una nueva relación y le dije que se trataría de una "relación puente". ¿De qué se tratan estas relaciones?

Cuando finalizamos una relación de pareja que en algún momento fue importante para nosotros, generalmente no "saltamos" hacia un nuevo vínculo sino que tenemos que atravesar un período de metabolización o duelo de duración variable. Y esto es así, porque necesitamos "digerir" lo vivido, aprender de ello, ajustar nuestras actitudes y conductas y actualizar el conocimiento de qué y cómo necesitamos experimentar en el siguiente vínculo amoroso.

Más allá de que a veces nos es difícil aceptar esa realidad y tendemos a involucrarnos rápidamente en algo nuevo, lo cierto es que si no nos permitimos un tiempo de reflexión y aprendizaje estaremos condenándonos a repetir la historia.

Y nuestra Alma que es sabia y quien en realidad pilotea nuestra vida, generalmente nos induce a vivir una relación a la que yo denomino "puente". Un puente es algo que sirve para pasar de un lado a otro, de una realidad a otra, pero no es para permanecer en él. Su función consiste en facilitar el traslado, el cambio.

Cuando salimos de una relación, son muchas las cosas que debemos aprender sobre nosotros mismos, nuestro modo de funcionar en pareja, nuestras expectativas, etc. Si no realizamos ese aprendizaje, la siguiente relación se convertiría en un calco de la anterior y un buen día nos descubriríamos frustrándonos nuevamente.

Y entonces nuestra Alma atrae a alguien para que nos ayude a transitar ese período. Alguien que con su forma de vivir la relación, nos facilitará el reacomodarnos internamente, sanar viejas heridas y prepararnos para una nueva y más plena experiencia.

Eso, es una "relación puente". Un tránsito entre dos realidades.

Y no tiene sentido aferrarnos a un puente o lamentarnos una vez que lo hemos cruzado, pues su función fue esa. Debemos sentirnos profundamente agradecidos por el acto de amor que significó el pasaje y sobre todo, comprender con qué maravillosa sabiduría nuestra Alma nos conduce hacia el estado de plenitud.

Seguramente tú has vivido o estás viviendo, alguna relación de este tipo. Obsérvala desde este nuevo enfoque.

Una de las grandes utilidades de la Carta Natal consiste precisamente, en que nos permite saber si la relación que estamos viviendo es un puente entre dos experiencias trascendentes o si por el contrario, es en sí misma el punto de llegada.

Espero que este planteo te sirva para ver desde un nuevo ángulo a tus vívencias de pareja.