Los Cuatro Elementos no hablan por sí solos, hay que saber escucharlos.
El elemento FUEGO: es el más importante de los cuatro, ya que es una expresión del Fuego Sagrado del cual proceden la Llama Violeta y otras Llamas (proximamente hablaremos de las Llamas, hoy no dedicaremos a los Cuatro Elementos). Una de las actividades constructivas del Fuego en el lano físico es la de purificar las basuras y cuerpos humanos por medio de la incineración, lo cual le permite a los elementos el retorno al Sol para repolarizarse. Su actividad destructiva se manifiesta en la quema de cuerpos humanos, en edificios que se incendian, en bosques y en tempestades de rayos y centellas. En el uso de armas de fuego, bombas, etc.
El elemento AIRE: es muy importante para el mantenimiento de la vida en el plano físico, ya que sin aire no se puede permanecer con vida. Por medio del dominio conciente del aliento se puede, no solamente armonizar el cuerpo (Respiracón Conciente y sus Técnicas, hablaremos de ello en otro encuentro)sino que se purifica el ambiente que nos rodea.
Una actividad benéfica se puede constatar en las brisas cálidas o frescas cuando ocurren donde quiera que se necesiten, así como constituyen la forma de impulsar navíos en ríos y océanos, como también los aviones; vemos su actividad destructiva en los ciclones y huracanes.
El Elemento AGUA: está relacionado con el cuerpo emocional; el cual, purifica al cuerpo físico. En el plano físico es el gran agente limpiador, como el equilibrante de las condiciones climáticas. Es el productor de las cosechas. Su actividad destructiva se manifiesta en las inundaciones, sequías, naufragios en que perecen humanos y animales. El hecho de que este elemento puede ser controlado, fue maifestado por e Maestro Jesús cuando aquietó las turbulentas aguas del Mar de Galilea.
El Elemento TIERRA: es vital para la producción de los alimentos, para la construcción y mantenimiento de mejores cuerpos físicos, los cuales constituyen el enfoque sobre la Tierra, de las actividades espirituales y cósmicas. Vemos su acción benéfica en los bellos paisajes,en la vida de las aves, las flores, los regios minerales y, por supuesto, en la producción de las cosechas. Su acción destructiva se evidencia en los terremotos, los volcanes y derrumbes.
Sophia Eszcurra.-
"Cuando elegimos la paz, vivimos en paz".