En este artículo quiero compartir mi experiencia con las personas que, como
yo, perciben, escuchan o ven la existencia de todo un mundo invisible.
Desde temprana edad he tenido percepciones, las cuales me era imposible
catalogar, ya que no sabía nada sobre esto. Como la mayoría de las personas de
nuestra cultura, me han educado para no creer en la existencia de una forma de
vida invisible. Esta parte de la vida se niega también hoy en día.
Todos hemos escuchado historias que revelan que existe algo más de lo que ven
nuestros ojos, pero se sigue negando desde la mente. Las personas que percibimos
sabemos que esto existe y, a la vez, comprendemos la incredulidad de las
personas que no lo perciben. En este caso, no se trata de creer o no creer. Se
trata sencillamente de percibir o no percibir. Son muchas las personas que, ante
esta negación social, ocultan incluso a las personas cercanas lo que les sucede,
pasando grandes dificultades en el día a día. Se suman otras dificultades, como
el hecho de no poder compartirlo por el miedo a que piensen que estás loca y el
no comprender qué es lo que está sucediendo.
Yo pertenecía al grupo de personas que escuchaba historias de los demás y esas
historias me parecían divertidas, me parecían creíbles los relatos, pero no me
planteaba nada más. Sin embargo un día, ese mundo se me apareció con claridad.
Una cosa es que te parezca posible y otra muy distinta es que lo sientas en
carne propia. Mi primera reacción fue la negación y no querer entender que
estaba pasando algo fuera de lo normal. A continuación me vino el terror. Estaba
aterrorizada, no sabía con exactitud qué era lo que escuchaba, lo que veía y lo
que percibía; me quedé paralizada, sentada en una silla, con miedo a que me
hicieran daño. No me atrevía a moverme del sitio donde estaba sentada. Lo
primero que me vino a la mente fueron imágenes de las películas de terror, donde
te muestran seres invisibles y malvados que constantemente buscan hacerte daño.
Estaba desconcertada, aterrorizada y fascinada a la vez. Me había metido en una
frecuencia diferente a la que nos movemos habitualmente la mayoría de las
personas. Esta frecuencia estaba ahí todo el tiempo, pero yo no había
sintonizado con ella y, por lo tanto, para mí no existía.
A partir de ese acontecimiento algo dentro de mi interior se abrió y pude
entender situaciones que había vivido con anterioridad. Me di cuenta de que,
desde siempre, en mí estuvo abierta una rendija de esa puerta. Pero ¿cómo lo iba
a entender si no sabía que existiera ese lado de la vida?. Como la mayoría de
las personas, buscaba una respuesta lógica a lo que me sucedía. A lo largo de mi
vida he tenido diferentes percepciones, como ver el aura o hacer algún viaje
astral.
A mí esas cosas me pasaban sin más, aparecían y me llevaban a investigar para
entender y ponerles nombre. Lo más sorprendente que me había pasado era escuchar
y ver a seres humanos sin un cuerpo físico. Tiempo después supe que uno de los
nombres que reciben esos seres era espíritus. Eran personas que habían fallecido
y no tenían la fuerza suficiente para pasar al mundo de los espíritus. Podía
sentir su desolación y su soledad. Fue impactante para mí. Cambió mi manera de
comprender la vida y también mi forma de vivir, ya que, a partir de ese momento,
percibía ese mundo. No solamente lo percibía y lo veía algunas veces sino que
notaba que, cuando estaba al lado de estas personas sin cuerpo físico, me
quedaba agotada, sin energía, con ganas de vomitar y con la cabeza dolorida;
hasta tal punto que me tenía que meter en la cama para recuperarme de algo que
no comprendía y que me impedía hacer mi vida con normalidad.
Todo ese mundo te afecta corporalmente produciendo desequilibrios, ya que es una
energía que proviene de otro plano, de otro estado. He recibido cursos para
comprender mi situación y poder llevar mi vida cotidiana con normalidad. He
realizado, y sigo realizando, ejercicios apropiados para equilibrar mi relación
con la percepción. También continúo realizando trabajos corporales para
fortalecer mi organismo, ya que es importante hacer un trabajo de equilibrio con
el exterior y con nuestro cuerpo. En mis estudios he aprendido a ayudar a los
espíritus para que puedan salir de el estado donde están atrapados, y para que
puedan seguir su camino hacia el mundo de los espíritus.
Actualmente, me siento afortunada por poder ayudar a las personas que están en
el camino de la percepción.
Me ha llevado tiempo adaptarme a esta forma de vida, la cual implica ciertas
restricciones. sin embargo las personas tenemos un poder de adaptación a veces
insospechado y cada día me siento mejor en los lugares donde antes me era
insoportable estar.
Se que hay personas que escuchan sin saber de dónde proviene la voz que les
habla; y que, ante esta situación, tienen temor a estar poseídos por un ser
malvado y endemoniado. También hay personas que por la noche no pueden salir, ya
que se sienten fatal sin entender el motivo. Así como otras que, en ciertos
lugares como el metro, en hospitales, cuevas o lugares oscuros, les resulta
insoportable permanecer, llegando a sentir náuseas y malestar general.
Mi experiencia me ha llevado a ver la importancia de comprender lo que ocurre,
de tener herramientas cotidianas y sencillas para poder relacionarse de forma
armoniosa con este mundo invisible. Sin estos ejercicios, creo que hubiese
enloquecido, ya que las situaciones que vivía eran desquiciantes. Fue a través
de los cursos que recibí con Mª Gemma Sáenz (creadora de la TRCD) como obtuve la
ayuda para poder entender y llevar mi vida con ?normalidad?.
He aprendido que hay diferentes grados de percepción y que cada persona siente
de forma particular lo que vive. Pero siempre se puede mejorar nuestra vida,
estemos en el camino que estemos.
Mª Gemma ha escrito el libro titulado ?Trilogía de la Muerte? donde se cuenta la
experiencia de una persona después de su muerte.
Amparo Ovejero Andújar
amparoandujar@telefonica.net
Curso: "Los espíritus que nos rodean" .
Día 29 de Octubre de 17 a 19,30 horas en la calle López de Hoyos 120. Teléfono
699 64 85 86
Previamente voy a dar una conferencia el lunes 22 de octubre en la misma
dirección de 17 a 18 horas. La conferencia también va a ser anunciada por la
revista "Espacio Humano".