Quizá por el antecedente de lugares y horas, el lector podría inducir que los
espectros se le aparecen a toda clase de personas. Aquí la cosa no es igual.
Quienes no hemos metido de cabeza en este raro asunto sabemos que el tipo de
persona que tiene o ha tenido experiencias con aparecidos varía notablemente.
Aquí habría que separar el tipo de fantasma (próximo artículo), con el tipo de
persona. Sobre esto último debemos decir que no existe una estadística exacta
pero si aproximada.
¿A QUIENES?
Si tomamos la clase de personas sin duda alguna deberemos decir que a quienes
mas se le parecen son a las perdonas adultas religiosas o que practican alguna
filosofía mística u ocultista. Si el individuo es sugestionable lo hace más
proclive a este tipo de aparición, lo mismo si es mujer, aun cuando aquí el
porcentaje es poco apreciable. Los niños y adolescentes son quienes también ven
este tipo de apariciones independientemente si son miembros o practican una
religión o secta.
En una subclasificación podrían estar en gran número personas sencillas y que
habitan en las áreas rurales.
El porcentaje se eleva cuando se clasifica a los testigos por su grado de
sensibilidad psíquica, son aquellos que tienen parapsicológicamente un alto
nivel ser dotados por un sexto sentido de percepción. Son los hipersensibles,
los que presienten o provocan estados alterados y producen la energía llamada
Telergia. Este tipo es a quien mas se le parecen los espectros.
Si la persona es muy ocupada en su que hacer, si se concentra en lo que realiza,
por ejemplo su trabajo, es poco probable que le ocurran este tipo de cosas. Si
es de temperamento nervioso, sugestionable, divaga, se distrae fácilmente o no
es capaz de poner atención en algo, es seguro que escuchara u observara cosas
colaterales a lo que está haciendo. Lo anterior ocurre mucho en personas de la
tercera edad o ancianas.
La escala es niños, jóvenes, personas adultas y personas de edad. Un detonante
es la actitud proclive a estos fenómenos, ya sea por intermedio de una corriente
filosófica religiosa o de temperamento.
En resumen dentro de estadísticas más o menos confiables de encuestas nos da
el siguiente nivel porcentual:
Inglaterra y Estados Unidos: 20 % han tenido experiencias cercanas con
fantasmas. El 40 % cree en los fantasmas. En países tercermundistas el asunto
varía: un 60 % creen en fantasmas y un 35 % han tenido experiencias directas.
CONCLUSIÓN
Pareciera que existe una cierta conexión entre el humano y su conducta, con la
de los entes del más allá. Muchos investigadores están de acuerdo con que este
tipo de energías buscas afines, no solo en cuestión biológica (estados
alterados, creencias), si no de momento (fallecimiento de un conocido, reuniones
donde se incluye el tema), para presentarse.
Por: Eduardo Mendoza P.