El hundimiento del Prestige ha desatado una corriente de simpatías hacia
Galicia, invitando al turismo solidario para que, este verano, acuda a las
tierras celtas. Entre las muchas cosas que se pueden ver y vivir en Galicia
existen numerosos enclaves mágicos y misteriosos. Estos son tres de los más
conocidos:
Destino 1: El Pasatiempo de Betanzos
Extrañas catacumbas? túneles angostos y subterráneos siniestros en un complejo
entramado de cuevas y cavernas artificiales? representaciones y alegorías a la
Gran Pirámide de Keops, la Gran Muralla China, o las entradas al inframundo. La
Gran Mezquita de Mohamed Ali, los emblemas de todos los Papas o extraños
símbolos masónicos. Esculturas de dinosaurios, leones o murciélagos ? Éstas y
otras maravillas se encuentran en un misterioso y fascinante enclave gallego: El
Pasatiempo, en la villa coruñesa de Betanzos.
El Pasatiempo es el sueño materializado de un brigantino que, tras emigrar a
América a finales del siglo XIX como miles de gallegos, volvió rico y triunfante
tas su periplo indiano.
Aquel aventurero llamado Juan García Naveira, regresó a su Betanzos natal, con
42 años, y se propuso, junto con su hermano menor Juan María, compartir con sus
paisanos parte de sus riquezas y de los conocimientos adquiridos en sus viajes
por el mundo, bien a través de obras públicas y/o benéficas. Además de este
parque, los hermanos García Naveira invirtieron buena parte de su inmensa
fortuna en construir y edificar todo tipo de elementos beneficiosos para el
pueblo. Juan Garcia Naveira, por su parte, se responsabilizó de la creación del
lavadero público, el Refugio para niños con deficiencias mentales y el Sanatorio
de San Miguel, en distintas partes de la villa bigantina.
Por su parte, su hermano Juan María se encargó de las Escuelas Municipales y la
Casa del Pueblo. Y, entre los dos, subvencionaron la creación del patronato
Benéfico-Docente García Hermanos, que constaba de un asilo y una escuela.
Sin embargo, si por algo han pasado a la historia es por la construcción de un
insólito parque temático, llevo de simbolísmos y claves ocultas, para muchos
autores influenciadas por su pertenencia a la masonería.
El Parque Mágico
El sin par recinto ocupaba originariamente 90.000 metros cuadrados, entre el
gran jardín -hoy prácticamente desaparecido- y el Pasatiempo propiamente dicho.
Su construcción se comenzó en 1893, recién llegado don Juan de Argentina, lo que
proporcionó al mismo tiempo numerosos puestos de trabajo para los vecinos de
Betanzos, ya que llegó a mantener hasta a doscientos obreros simultáneamente.
Además, la creación del Pasatiempo supuso un modo de financiar la construcción y
mantenimiento del asilo, al que iba destinado el importe del pago de las
entradas al parque temático. En el 1914, en plena Guerra Mundial, ya tenía la
estructura básica terminada, aunque su fundador continuó comprando terrenos y
añadiendo elementos durante el resto de su vida. Desgraciadamente en la
actualidad sólo es accesible al público una parte de la construcción original.
Según citan los analistas de este extraño lugar: ?El Pasatiempo, citado ya en
las guías Michelín de los años veinte, fue descrito como un Parque
Enciclopédico. Los conocimientos y las ideas adquiridas en Argentina, donde don
Juan trabajaba de día y estudiaba de noche, así como los viajes realizados
posteriormente a diversas ciudades europeas y a Egipto, fueron ocupando su sitio
a lo largo y ancho del parque. Los últimos avances tecnológicos de la época,
como un dirigible o un funicular, se mezclaban con animales que debían resultar
muy exóticos, como un hipopótamo o un rinoceronte, y con escenas sacadas de
cuadros, postales y manuales escolares. Argentina ocupa un lugar primordial, con
los escudos de todas sus provincias, el obelisco de la avenida 9 de Junio, el
homenaje al centenario de la República y los bustos de todos los presidentes de
aquel país.?
Además de las visitas del público general, se realizaban excursiones escolares
para que los jóvenes estudiantes participasen de la gran gama de conocimientos
que el parque representaba a través de sus esculturas, murales, etc. Al igual
que ahora se suele hacer con las visitas a museos, los alumnos terminaban su
visita escribiendo sus impresiones. Algo muy poco frecuente en los museos y
obras artísticas de aquellos tiempos.
Tras la Guerra Civil, tres años después de la muerte de su fundador, el
Pasatiempo dejó de cumplir con sus funciones para llegar a convertirse en un
campo de concentración. Y con el tiempo muchos elementos de la parte baja
llegaron a desaparecer para siempre, como la avenida de los Emperadores Romanos
o la de los Literatos o la blaustrada de los Papas, flanqueadas por cientos de
sus respectivas estatuas, además de fuentes, surtidores, estanques, canales,
miradores. La maleza fue cubriendo lo que quedaba, y hasta llegó a caer en el
olvido.
Durante lustros la vegetación devoró las estatuas, sello las cuevas y convirtió
el Parque Enciclopédico en un lugar tan sugerente, como discreto. Por esa razón
durante muchos años las cavernas y subterráneos de El Pasatiempo fueron
escenario de todo tipo de rituales mágicos y esotéricos. Como anécdota baste
reseñar que, en los años 80, la cabecera del programa de televisión A Noite das
Badaladas, especializado en temas paranormales, se grabó en los túneles y cuevas
de El Pasatiempo.
En 1986, el ayuntamiento de Betanzos compró los terrenos a los herederos y
comenzaron las obras de restauración. Al ser la parte baja totalmente
irrecuperable, se transformó en un espacio compartido por un jardín, un campo de
fútbol y un auditorio al aire libre.
La parte alta, a cinco niveles sobre la ladera de la colina, que sólo era un 10%
del total, se ha podido reconstruir, ya que se encontraba menos deteriorada.
Pueden verse, por destacar sólo unos cuantos elementos, varias cuevas, el
homenaje a Argentina, los usos horarios del mundo, la monarquía española y sus
18 Hijas Republicanas, el árbol de Gernika, la mezquita de Mohamed Alí, el
estanque del Retiro o una gruta inspirada en la obra de Gaudí.
Actualmente, continúan las obras por parte de los estudiantes de la
escuela-taller de Betanzos, pero todavía, en algunas ocasiones, los vigilantes
descubren restos de velas, inciensos, y otros elementos mágicos, que parecen
sugerir que todavía hoy, en pleno siglo XXI, algunas personas consideran este
lugar, un excelente enclave mágico para ejercitar el ocultismo?
DESTINO 2: El cementerio de Noya
Las mismas costas del Fin de la Tierra (Finisterre), que ahora aparecen
estigmatizadas con la marea negra del petrolero Prestige, recibieron hace siglos
?según la leyenda- u otro enorme navío que embarrancó en sus costas, llevado por
las mareas del Diluvio universal. El arca de Noé.
Según el mito, el arca cuya construcción se detalla en el capítulo 6 del Génesis
bíblico, navegó durante 150 días, acogiendo a una pareja de cada especie animal.
Por fin las lluvias del diluvio arreciaron y la nave toco tierra firme. Esa
tierra, según la leyenda gallega, fue la población coruñesa de Noia (Noya), que
debe su nombre precisamente a Noé.
Para el escritor Juan García Atienza, reputado experto en la geografía mágica
española:
?Es más que curioso que la historia peninsular -y no precisamente la que hoy nos
enseñan oficialmente, sino la que repitieron machaconamente cronistas e
historiadores hasta el siglo XVII, que luego fue rechazada de plano
repentinamente y considerada como simple y llana fabulación de ignorantes que
hicieron sólo caso de las narraciones del vulgo y de la Biblia- viene
sistemáticamente a incidir en unos orígenes del pasado peninsular que, sin
excepción, parten de ese instante mítico del fin del Diluvio Universal y de la
llegada a nuestras tierras de un Noé, o de varios, que fundaron aquí un poderoso
imperio en los instantes más oscuros y desconocidos del tiempo. Un imperio, por
cierto, que si juzgamos por aquellas lecturas, se revistió de una indudable
coherencia narrativa y hasta cronológica, aunque partiera de un instante
temporal que, sin más, podemos ya rechazar en tanto que origen de la Humanidad,
aunque la cosa variaría sustancialmente si nos planteásemos ese origen como el
de una Humanidad determinada, es decir, de una civilización concreta o hasta, si
queremos, de nuestro propio mundo histórico.
En esa historia que cabalga sobre el mito, la descendencia noética se encuentra
claramente establecida en la descripción de los acontecimientos y circunstancias
que rodearon y determinaron la singularidad de aquellos monarcas que iban
enlazando su propia vivencia con la corroboración legendaria de toda la mítica
mediterránea. Es una aventura histórica que no hace otra cosa -pero no es poco-
que evidenciar y dar crédito a todo el universo mítico que los historiadores
posteriores se dedicaron a demoler sistemáticamente, hasta dejarlo relegado a
simple fabulación popular sin fundamento. Nadie quiso pensar entonces -y aún
ahora, pocos se atreven a hacerlo- que nada se inventa desde la nada y que todo,
incluso las alucinaciones esquizofrénicas, serían impensables sin el sostén de
un esquema vital o histórico que corroborase por un lado o por otro cualquier
supuesta invención.
?La cosa, sin embargo, se complica cuando surgen indicios, por sutiles que sean,
de que hay efectivamente una base de relativas verosimilitudes en lo que siempre
vino a tomarse como pura invención sin fundamentos palpables; o cuando se
constata que determinadas afirmaciones pueden tener un sentido si aplicamos una
tabla de valores interpretativos distinta a la habitual; o cuando, en fin, nos
damos cuenta de que algo aparentemente gratuito y sin sentido empieza a adquirir
identidad si somos capaces de relacionar hechos o circunstancias que hasta
entonces estuvimos midiendo por diferentes raseros, cuando en realidad formaban
parte de un mismo todo.?
Si Atienza tiene razón, esa misteriosa humanidad llegada desde el mar hasta las
costas gallegas, arribando con su ?arca? al monte de Barbanza ?uno de los montes
sagrados u olimpos gallegos-, podría estar relacionada con otros muchos enigmas
que rodean esta y otras poblaciones costeras.
Sin duda, una de mas más significativas son los sugerentes grabados y figuras
que decoran castros, petroglifos y diferentes tipos de piedras. Particularmente,
la fastuosa colección de enigmáticas lápidas que se almacenan en el no menos
enigmático cementerio de Noia.
Los grabados del Más Allá
Sin duda, el Cementerio medieval de Santa María, con las famosas y enigmáticas
lápidas donde se agolpan extraños símbolos, tantos que saturan la imaginación,
es uno de los enclaves mágicos más importantes de Galicia. Y, como bien apunta
Jose Cárlos Fernándes, en este cementerio, un pequeño templete cuadrangular, a
cielo abierto, rodeado de tumbas y con un cruceiro en su interior, rematado en
su parte superior por una bóveda piramidal, que se apoya en cuatro pilares.
"Se cuenta que el templete fue donación de un soldado del Templo de regreso de
las Cruzadas trayendo consigo tierra de los Santos Lugares con la que se dice
que está relleno el cementerio. Otra leyenda cuenta que el monumento fue
donación de dos hermanos inseparables, 'monjes del Templo del Señor de
Jerusalén', que estaban combatiendo contra el infiel y quedaron separados en
medio de una batalla. No volvieron a encontrarse más, a pesar de que el mayor
estuvo buscando a su hermano durante siete años por tierras de moros. Al fin
regresó a su tierra natal de Noya y mandó levantar el cruceiro en memoria del
joven desaparecido, al que creía muerto. Pero éste, al cabo de siete años, tras
muchas peripecias, consiguió escapar y llegó al mismo sitio. Y mandó levantar el
templete sobre el cruceiro como acción de gracias y en perpetua memoria del
cariño manifestado por su hermano."
Nos sobrecoge el símbolo de la pirámide sostenida sobre cuatro pilares, y en su
interior el símbolo del Hombre, el Cristo Crucificado. Las antiguas enseñanzas
nos dicen que la Pirámide es el símbolo perfecto del Fuego Espiritual sobre la
Tierra y que representa la Humanidad en su ascenso hacia las Ideas Celestes, a
través de sus expresiones artísticas, filosóficas, científicas y místicas. Todo
ello para devolver al Cristos Interior, la Luz de Dios en el corazón, que es el
verdadero morador de la pirámide, representado por el Fuego.
La enseñanza cabalística nos enseña que la típica inscripción INRI, que figura
en la cara anterior de la cruz orientada a Poniente, significa esotéricamente:
Ignea Natura Renovatur Integra (toda la Naturaleza será renovada por el Fuego).
En otra clave, la pirámide es un altar a la estructura y funcionalidad del
Sistema Solar y del Logos, su última esencia. Esto queda confirmado por los dos
símbolos astronómicos que aparecen en el foso de este templete, estructura que
se apoya sobre los cuatro pilares y sobre los que descansa la pirámide de
piedra. En el friso oeste aparecen representados cinco círculos unidos por unas
bandas serpenteantes, entrelazadas geométricamente (símbolo del tiempo).
Las figuras inscritas en los círculos son, sucesivamente, un trébol (esquema del
ciclo solar), un libro abierto señalado por un "lapiz" (símbolo del gran libro
de la Naturaleza) en el segundo; en el tercero la imagen de un rostro con forma
de luna; en el cuarto, otro libro abierto pero todo el círculo quebrado por una
línea que le corta un tercio de la superficie; y en el quinto, una cara
representando al Sol en tensa actitud. Quizás esté también queriendo significar
el devenir cíclico de la Humanidad: las cinco humanidades de Tierra, Agua, Aire,
Fuego y Eter, representando al Cuerpo, la Vitalidad, la Psique, la Mente Egoísta
y la Inteligencia.
En el friso del lado este, mirando, pues, al Poniente, la Montaña Occidental de
sombras, unos grabados que representan de izquierda a derecha la figura de un
hombre de rodillas y que se apoya en un gran perro, pero sujetando con la mano
izquierda una correa, es decir, no lleva, sino que es llevado, mientras su
rostro cadavérico se alza dolorido al cielo: el gran perro sujeto por el hombre
parece morder el lomo a otro de menor tamaño, (o es, quizás, un cervatillo) que
le precede, quien a su vez hace lo propio con un tercero situado ante su hocico
y más pequeño que él (¿un perro o qué otro cuadrúpedo?) La mirada hacia
Occidente, el perro que conduce, lo demacrado del hombre, nos recuerdan la
vinculación de estos mismos elementos en Egipto, con Anubis, el Chacal, y su
estrella regente Sirio, estrella que deseca las aguas de la personalidad,
símbolo de la liberación del Alma mediante la destrucción de los cuerpos
materiales.
En opinión de Fernández: ?Quizás representen ambos frisos las dos formas de
ascenso del hombre en la pirámide de la evolución: la evolución de las formas,
en las sucesivas humanidades, mirando al Sol que nace, es decir, a la luz de la
vida, y la evolución de la conciencia en un camino arriesgado, vertical,
consumidor, mirando a la luz de Occidente, a la luz del Sol que se sumerge en el
Abismo, o sea, la luz de la conciencia que busca en lo más profundo de sí. El
hombre de rodillas, consumido y en éxtasis de adoración es la personalidad
dominada, el perro es la Mente Superior y el Ciervo la fría llama de la
Intuición.?
Pero hay mucho más. Noia se encuentra en medio de un importante eje del
megalitismo gallego, rodeada de dólmenes, menores, etc, algunos en excelente
estado de conservación. Pero además allí, en Finisterre, concluye la verdadera
prolongación mágica del Camino de Santiago, y al respecto Atienza apunta:
? ..esta zona constituye el más allá del Camino de Santiago (que termina,
oficialmente al menos, con el encuentro de la muerte -siempre iniciática- bajo
la figura del sepulcro de Compostela) y, por tanto, marca el comienzo ideal del
saber trascendente que ha de llegar, por necesidad, después de la muerte, de la
putrefacción alquímica. Pero no nos detengamos en ello y veremos cómo, para
estos buscadores, el encuentro con el símbolo y la empresa de su interpretación,
tanto a través de la leyenda como de la imagen, constituían la clave que habría
de abrirles la puerta de ese saber ansiado; y que estos lugares están tachonados
por todas partes con esas llamadas de atención que había que descubrir primero,
para interpretar después y terminar comprendiendo.
Comencemos, si así lo queremos, por el mismo simbolismo que hemos descubierto a
la entrada misma del cementerio: la leyenda subsidiaria de las serpientes que
guardaban el lugar para que nadie se atreviera a hollarlo. Se trataba, pues, de
un lugar protegido y estaba protegido porque guardaba un secreto. Curiosamente,
la serpiente, desde el Génesis bíblico, ha sido tradicionalmente la guardadora
del saber prohibido, de ese saber en pos del cual anda el ser humano a partir de
ese instante en que prescinde del cumplimiento de la obediencia que le imponen
los ritos y de las prohibiciones que emanan de los grupos de presión espiritual
de todas las formas religiosas. La serpiente es la poseedora de ese saber vetado
y, cuando surge, -bajo la forma de guardiana de tesoros, o hasta de un
cementerio, como es éste el caso- hay que comenzar a plantearse que ese lugar
guardado y prohibido contiene un secreto que necesita ser desvelado para
penetrar en su significación.?
DESTINO 3: La catedral de Santiago
Con los pies hinchados por el esfuerzo, y casi mil kilómetros de andadura a
las espaldas, el peregrino que concluye la Ruta Jacobea llega a la Catedral de
Santiago de Compostela lleno de gozo. Por algo el monte donde concluye el Camino
de Santiago, justo antes de entrar en el caso urbano, se llama así, "Del Gozo".
Acaba de ejecutar una dura prueba física, un titánico esfuerzo de voluntad, pero
a la vez, una reveladora experiencia interior, casi iniciática.
Al entrar en la capital de Galicia, el peregrino, que haya respetado la ruta
tradicional, se encontrará primero con la fachada de Azabachería (pared norte)
de la Catedral. Es su primer contacto con esa sublimo obra del arte sacro, en
cuyo interior, según la tradición, reposan los restos del Apostol Santiago.
Según una de las leyendas locales, fue una misteriosa estrella la señaló la
tumba de Apostol a unos pastores, en el primer tercio del siglo IX.
Según esa tradición Santiago el Mayor, uno de los discípulos de Jesús, habría
sido martirizado en Palestina y posteriormente trasladado a Galicia por algunos
de sus seguidores. Sobre el sepulcro encontrado en Compostela (Campo de la
Estrella según una traducción) Alfonso II el Casto fundó una pequeña iglesia, en
torno a la cual Alfonso III el Magno mandó construir otra prerrománica, que será
destruida por Almanzor y las tropas árabes antes de cumplirse el año 1000. A
partir de esos primitivos edificios se construyó la tercera ciudad santa del
Cristinaismo, junto con Roma y Jerusalem: Santiago de Compostela.
Historia de un monumento
De los templos conocidos en el solar que ahora ocupa la Catedral, en honor a
Santiago el Mayor el que se mantiene en la actualidad fue el tercero. Aunque
durante mucho tiempo hubo discusiones entre los especialistas sobre la fecha de
construcción, en la actualidad se considera 1075 como el inicio de las obras.
Dirigieron la obra, como apunta el historiador Manuel Jesús Precedo Lafuente,
los maestros Roberto y Bernardo, a los que siguieron en su magno proyecto, a
finales del siglo XI, el arquitecto esteban y, a comenzos del XII, otro maestro
Bernardo, nieto del primero.
La obra del templo romanico sobre el que se erige la Catedral duró hasta el año
1122, aunque no exista una opinión homogenea entre los expertoe, sobre la
conclusión de la fachada Oeste. Pero lo cierto es que los altares fueron ya
consagrados y por consiguiente pudo iniciarse el culto.
La Catedral románica se conserva intacta en el interior de la actual, pero las
fachadas exteriores sufrieron diversas modificaciones con el paso de los años,
dependiendo de los nuevos estilos arquitectónicos que surgian cada siglo, y de
las tendencias de la modernidad. Otras obras, sin embargo, fueron debidas a la
instalación de elementos imprescindibles, como el magnífico organo que disfruta
la Catedral compostelana.
En la actual catedral, como pacientemente ha documentado Precedo Lafuente, se le
fueron añadiendo nuevas dependencias año a año, ocupando en la actualidad 23.000
metros cuadrados. El brazo principal tiene 100 metros de largo, si bien, en el
interior, se reducen a 97, a causa del grosor de las paredes; las cifras del
brazo mas corto, llamado transepto, son de 70 metros desde fuera, y 65 en el
interior. La altura de las torres de la fachada del Obradoiro es de 80 m., la
del relog (o Trinidad) mide 72, y la altura de la cúpula central, que preside
una representación del Ojo de Dios que todo lo ve, es de 32 metros.
La Catedral de Santiago, que tiene más de 1000 columnas en su interior, dispone
de un atrio que la circunda, en el que destacan cuatro plazas: Azabacheria,
Obradoiro, Platerías y Quintana; y cuatro fachadas del mismo nombre. Cada una de
ellas, una obra cumbre de la arquitectura y la mampostería de su tiempo.
En el interior de la edificación, además de sus capillas, altares y cristaleras,
todas ellas ejemplo del más espectacular arte sacro, merece una atención
especial el fastuoso Pórtico de la Gloria, considerada la mas valiosa creación
de la arquitectura y escultura de fin de siglo XII).
Con sus 17 metros de ancho por 4.50 de largo, el Pórtico forma parte del
vestíbulo o nártex, concluido por el Maestro Mateo en 1188. La posible temática
del Pórtico sería la de la Iglesia, una especie de resumen teológico sobre la
sociedad de salvación fundada por Cristo: la Iglesia Triunfante, en el arco
central y la Militante en los otros dos: a la izquierda, los cristianos
procedentes del Judaísmo, y, a la derecha, los procedentes de la Gentilidad.
Otros, fijándose en la presencia de ángeles triunfantes con sus trompetas en
alto, piensan en una representación del Fin de los Tiempos y su Juicio Final. De
lo que no cabe dudad es de la influencia que el Libro del Apocalipsis de San
Juan inspiró en el Maestro Mateo.
En las entrañas de la catedral
En agosto de 1989 la prensa gallega destacaba en primera página un sorprendente
descubrimiento realizado en las entrañas de la catedral. Al parecer, las
meticulosas mediciones efectuadas por un miniaturista compostelano, que
pretendía confeccionar para la Iglesia una maqueta del edificio ante la
inminente llegada del Papa, descubrieron un agujero que daba paso a una pequeña
galería.
Para la investigación de ese conducto, y por primera vez en la historia de la
arqueología gallega, se utilizó una sonda especial provista de una cámara de
video, manejada por un grupo de investigadores de Madrid y Santiago. El cabildo
de la catedral reclamó del Vaticano los servicios de un experto en paleografía
latina, ya que , al parecer, la lapida encontrada en esa galería podría
confirmar la tradición apostólica, discutida hasta la saciedad por los
historiadores laicos, que consideraban que seguramente quien está enterado en la
Catedral de Santiago fuese el hereje gallego, Prisciliano, degollado en el siglo
IV por su apostasía.
Pero los subterráneos de la Catedral encierran otras maravillas. Con el nombre
de Catedral Vieja se conoce la cripta o ?iglesia baja? construida para salvar el
desnivel que existía en el lugar tendría que edificarse la parte occidental de
la Basílica. En su estructura existen elementos románicos, que han hecho que
algunos autores la datasen hacia finales del siglo XI o comienzos del XII, pero
sin embargo abundan más los elementos protogóticos, por lo que resulta mas
razonable atribuirla al Maestro Mateo. Esa pequeña ?catedral subterránea? tiene
forma de cruz latina, presidiendo su altar mayor una imagen de la Virgen
proveniente, posiblemente, de Doña Yolanda, esposa de Alfonso X el Sabio. A
pesar de su aureola de misterio, es completamente accesible a los visitantes,
que podrán disfrutar, además, de otros elementos artísticos trasladados allí
desde otras partes de la Catedral.
También en el subsuelo del monumento compostelano alberga la Necrópolis, solo al
alcance de investigadores acreditados. En 1946 la desaparición del coro central
de la Catedral permitió excavar en esa zona, con objeto de documentar con mayor
exactitud la ?pre-historia? del edificio, antes del siglo IX, indagando de esta
forma en los antecendentes históricos del culto a Santiago el Mayor en
Compostela.
Esas excavaciones descubrieron un cementerio con enterramientos, que van del
periodo romano (siglos I al IV) al suevo-visigótico (V al VII), orientados hacia
un sepulcro mucho más importante, el de Santiago, tal y como se estilaba en las
catacumbas. Al parecer en el siglo VII se produjo el abandono de este
territorio, completando este cementerio los hallazgos de sepulturas anteriores
que muestran el poblamiento ya en la Edad de Bronce y abriendo nuevas
perspectivas para los tiempos cristianos.
Pero no solo en los sótanos de la Catedral se conservan preciosos tesoros
culturales e históricos, en otras salas del monumento también.
La sacristía de la parte gótica de la Basílica fue en otro tiempo relicario. La
cajonería es de caoba, sobre ella dos series de cuadros en cobre. Los mayores
son doce, obra flamenca del siglo XVIII, y representan los artículos del Credo
identificados cada uno de ellos con un apostol. Los trece menores representan
escenas de la vida de Cristo. Varios cuadros en tela, como el tríptico del
Apostol, completan los tesoros de este recinto.
El Museo de Tapices, como su nombre indica, alberga une excelente colección que
ocupa varias salas. De igual manera el Museo Arqueológico, compuesto de dos
salas divididas en tres departamentos, muestran numerosas piezas procedentes de
diferentes puntos del edificio, que ya no existen en la actualidad. Como por
ejemplo las sillas del coro hechas en piedra por el Maestro Mateo , o los planos
de las excabaciones realizadas en el subsuelo de la Basílica así como objetos
encontrados en ellos.
El Claustro, la Sala Capitular y la Capilla del Alba, también albergan preciosos
tesoros, que han generado mas de una leyenda. Sin embargo, sin duda, es el
Archivo y la Biblioteca de la Catedral una de las mayores riquezas culturales
del monumento.
Durante años infinidad de leyendas y rumores se cernieron sobre la Biblioteca de
la Catedral. Entre esotéricos, paganos y herejes de todo el país se comentaba
que en su interior, sujeto con sólidas cadenas a dos robustas columnas, se
custodiaba un ejemplar del Magno Libro de San Cipriano, uno de los Grimorios
(libros de Alta Magia) mas populares en España. Y es posible que, si bien, no
encadenado a ninguna columna, la Biblioteca de la Catedral disponga de algún
ejemplar del famoso Grimorio ?como mero elemento cultural- lo que si se conserva
en estas valiosas salas son incunables de un incalculable valor, como los Tumos
A, B y C, o el famoso Códice Calixtino, del siglo XII, que recientemente editaba
como facsímil el historiador Jose María Kaydeda.
El archivo, recientemente modernizado por su actual director, el canónigo D.
José María Díaz Fernández, ha sido adaptado para poner a disposición de todos
los investigadores el valioso fondo documental que conserva. Muchas han sido y
serán las tesinas inspiradas en esos archivos. Porque mucho ha sido y será el
conocimiento que encierran sus paredes.
Escrito por Juanjo Perez