En su libro The Supernatural (1963), Douglas Hill y Pat Williams hacen una
exposición jocosa de los "monstruos" del folklore norteamericano -seres con
nombres ridículos como gollygog, bingbuffer, moogie y fillyloo- que forman parte
de las creencias de los montañeses apalaches y de las montañas Ozark. Los
autores pasan por alto la existencia de criaturas ajenas a nuestro mundo que se
manifiestan en los bosques y zonas aisladas de América del Norte; seres cuyos
nombres no producirían sonrisa alguna.
Gigantes en los bosques
Según la investigadora Joan Jeffers, en alguna casa del condado de McKean (Pennsylvania),
se encuentra un cuadro singular -posiblemente el único óleo realizado a un
monstruo-. El cuadro, declara Jeffers, muestra un enorme ser de ojos rojos
mirando al artista de frente entre las espesura de un típico bosque
estadounidense. Al pie de la imagen hay un lema que reza: "el oso monstruoso (monster
bear) visto en Allegany Creek en 1811". Los testigos de tan horrenda aparición
tal vez desearon inmortalizarla para el beneficio de generaciones venideras, sin
saber que lo que habían visto no era ningún oso, sino uno de los gigantescos
seres peludos, simiescos, conocidos por una variedad de nombres, mayormente
indígenas. El término genérico para dichas criaturas ha sido Bigfoot (Pie
Grande, por las descomunales dimensiones de las huellas encontradas).
Aunque el grueso de los avistamientos y encuentros con dichos seres toma lugar
en la zona noroeste de los Estados Unidos (que comprende los estados de
Washington, Oregon e Idaho), muchos investigadores opinan que no existe relación
alguna entre los Sasquatch de los bosques y montañas de la costa del Pacífico y
las criaturas parecidas que se manifiestan en el resto del país, ya que las
apariciones de estos últimos son de corte más bien paranormal.
El 5 de diciembre de 1995, tres jóvenes cazadores tuvieron una experiencia
aterradora que jamás olvidarían. Habiéndose internado en el bosque cerca de
Salamanca (Nueva York) para cazar venados, Muhammed Dubashi, Greg Eisenmann y
Matt Curcione nunca pensaron que tendrían un encontronazo con un Bigfoot en esta
apacible zona silvestre del estado.
Entre las 7:00 y 8:00 de la mañana, los cazadores percibieron lo que parecía ser
"un oso" moviéndose entre la arboleda. El animal salió corriendo hacia ellos en
dos patas, emitiendo gritos "erizantes", según declararían luego los jóvenes. La
criatura se encontraba a unos 150 metros de ellos, dando enormes zancadas.
Conscientes de que estaban a menos de 20 metros de su camioneta, los cazadores
se dieron a la fuga, internándose en el vehículo justo en el momento que los
alcanzaba la criatura, que propinó un golpe certero al parabrisas de la
camioneta, haciéndolo añicos. Relata Greg Eisenman: "la criatura parecía estar
comiendo algo cuando nos miró con sus ojos amarillos y malévolos. Nos persiguió
corriendo, bramando como una mezcla de gorila y ser humano." El propietario de
la camioneta no se atrevió a reclamar la destrucción del parabrisas a su
compañía de seguros para evitar tener que relatar la inverosímil historia a
otros.
La población de Salamanca, N.Y. es el centro de una gran reserva perteneciente a
la tribu Séneca. Duce Bowen, miembro de la tribu y cronista de eventos
sobrenaturales relacionados a las costumbres de su gente, dice que los seres de
tipo "Bigfoot" forman parte integral de las creencias de los Séneca. Para
aquellos que aún piensan que estos seres son "gigantes bondadosos" del bosque,
les ofrecemos lo siguiente, tomado de los archivos del investigador Ron
Schaffner, para recapacitar. En 1869, el periódico Minnesota Weekly News incluyó
la siguiente noticia:
"La población de Gallipolis, Ohio, está siendo asediada por un hombre salvaje
que supuestamente vive en los bosques cercanos a la ciudad. Anda desnudo y está
cubierto de pelo; su estatura es enorme y sus ojos comienzan en el fondo de sus
órbitas. Un carruaje que transportaba a un padre con su hija fue atacado por
esta criatura hace algunos días. La criatura se abalanzó sobre el padre,
echándolo del carruaje y cayendo sobre él para rasguñarlo y morderlo como lo
haría una bestia salvaje. La contienda entre ambos fue larga y cruenta, ya que
la criatura sujetaba a su víctima contra el lodo, tratando de asfixiarlo. La
hija, tratando de salvar la vida de su progenitor, puso fin a la contienda
cuando le asestó un golpe a la criatura con una piedra cerca de la oreja. La
criatura se levantó y se internó lentamente en un matorral cercano".
El 24 de junio de 1980, el comisario del condado de Logan en Ohio se vio
obligado a realizar pesquisas al respecto de una criatura de tipo Bigfoot que
aparentemente acechaba los montes entre las poblaciones de West Mansfield y
Union County. El testigo en uno de los encuentros lo había sido Ray Quay, un
policía del poblado de Russell's Point, quien alegó haber visto una criatura
peluda de más de dos metros de estatura salir de un granero. El policía pensó
que se trataba de un vagabundo, así que empezó a gritarle. La cosa salió
corriendo, internándose en la arboleda detrás del granero. Para entonces, el
policía se dio cuenta de que no se trataba de un hombre ni de un oso, pues la
criatura dejó a su paso un fortísimo hedor descrito como: "queso de limburgo
vertido sobre un amortiguador caliente".
El avistamiento de Quay coincidió con el de otro granjero, Patrick Polling,
quien aseguró haber visto una criatura de gran tamaño salir del bosque para
pasearse a lo largo de la carretera cercana a la granja. Se encontraron huellas
de cuatro dedos en la zona, cada una de ellas midiendo más de 40 centímetros de
largo. Catorce años más tarde, el Sr. Ryan Lehman de la población de Nelsonville,
Ohio (condado de Athens) tendría su propio encuentro con lo desconocido en
septiembre de 1994, a eso de las 5:30 p.m.. Lehman, conocedor de la región
boscosa de su comarca, se dedicaba a la cacería de ardillas cuando se encontró
con "algo" que jamás había visto en su vida.
"Digo que era Bigfoot, porque no sé que pudo haber sido", manifestó Lehman. "De
buenas a primeras pensé que era un oso, pero un oso no puede correr en dos
patas. Puede caminar en dos patas, pero esto corría y daba zancadas. Lo más
chocante era el ruido que producía al correr; era algo parecido a los gritos de
un mono. Hizo que se me pusieran de punta todos los pelos del cuerpo. Hasta
lloré. Le digo que estaba a unos diez pies (3 metros) de mí y salió corriendo
cuando le pasé de largo. La gente siempre me decía que había algo extraño en los
bosques de Nelsonville, ¡y ahora sé lo que es!."
Lehman declaró no ser el único que ha tenido encuentros cercanos con este tipo
de seres. A varios kilómetros de Lake Hope Drive, tres personas habían montado
una tienda de campaña para pernoctar en esos parajes cuando "una cosa" levantó
la tienda de campaña, empujando a los tres ocupantes hacia el otro lado de
misma. "Lo extraño", subraya el testigo, "es que uno de los ocupantes era mi
amigo, que pesa más de 90 kilos". La región del bosque en dónde Lehman tuvo su
encuentro con la criatura desconocida contenía hornos refractarios abandonados,
a poca distancia de la carretera estatal 278 (Lake Hope Drive). Más adelante
examinaremos la afinidad que tienen estas criaturas por las estructuras
arruinadas o en abandono.
En 1995 surgió un aspecto inesperado de este asunto: Con el paso de los años,
cazadores y otras personas que frecuentan los montes se habían encontrado con
grandes "montículos" de hierba seca y ramas en ciertos claros del bosque. Joedy
Cook, director del Ohio Bigfoot Research and Study Group, con sede en Cincinnati,
opina que los montículos son alojamientos provisionales fabricados por estas
criaturas. Cook y su colega George Clappison se han internado dentro de estos
enormes pajares y dicen haber encontrado pelos pertenecientes a algún tipo de
animal. Los habitantes de las apartadas comarcas de Ohio en dónde aparecen
dichas estructuras dicen que son construidas por el Grassman u "hombre de la
Hierba" -- criatura cuya descripción es idéntica a la de un Bigfoot.
Los parasimios (término acuñado por el veterano investigador Don Worley,
creyente en el origen paranormal de los seres) han demostrado ser invulnerables
a las balas. En más de treinta casos registrados entre 1968 y 1977, las
criaturas han recibido balazos de todo tipo de calibre sin acusar daño alguno.
"La doble naturaleza física y parafíscica de estas criaturas ha sido comprobada
al paso de los años", afirma Worley. "Este hecho explica el motivo por el cual
jamás se ha dado muerte o capturado alguna de estas entidades después de casi un
siglo y miles de casos. También explica cómo pueden aparecer en regiones bien
pobladas y eludir la captura, lo que sería totalmente imposible para un animal
de carne y hueso. Mientras que se encuentran en el entorno terrestre, las
criaturas son físicas en todos los respectos, pero tienen la capacidad de
cambiarse a un estado de materia y energía que actualmente desconocemos".
Mothman: El celebérrimo "hombre polilla"
La criatura alada conocida como Mothman u "hombre polilla" pertenece al género
denominado "los extraños volantes" (winged weirdos) por los criptozoólogos y
otros avezados en la materia. En todas las épocas y países del mundo se han
recopilado historias acerca de criaturas vagamente humanoides con alas que se
desplazan tanto de día como de noche, inspirando temor en aquellos que los ven.
Por algún motivo, dicho género de criaturas se ha manifestado repetidas veces en
todas partes de los Estados Unidos, pero ninguna de ellas ha recibido el grado
de atención dado al "hombre polilla" de Virginia Occidental.
Este extraño ser comenzó a manifestarse a principios de la década de los '60,
cuando una dama de sociedad que conducía su auto a través de la región boscosa
conocida como el parque Chief Cornstalk vio una figura humanoide en el centro de
la carretera. "Reduje la marcha, y cuando nos acercamos, me di cuenta que no se
trataba de un hombre," recuerda la señora. "Se trataba de una gran figura gris.
Repentinamente, desplegó una enormes alas que iban de un lado de la carretera a
la otra, y despegó verticalmente, perdiéndose de vista en segundos... quedé
espantada, y salí del lugar a toda velocidad".
Durante los años 1966 y 1967, y en determinadas ocasiones en décadas
posteriores, más de cien personas en el valle del río Ohio (separando a los
estados de Ohio y Virginia Occidental) fueron testigos del "hombre polilla" y de
la actividad OVNI y paranormal que se produjo en torno a dichos avistamientos.
El primero de ellos sucedió hace más de 20 años, en la tarde del 14 de noviembre
de 1996 en un campo cerca de Salem, Virginia Occidental. Newell Partridge, un
contratista de obras, estaba viendo televisión en su casa cuando la imagen en su
televisor quedó en blanco y sustituida por unas rayas grises muy finas.
El problema electrónico sucedió justo en el mismo momento en que Bandit, el
sabueso de Partridge, comenzó a dar aullidos a la entrada de la residencia.
Extrañado, Partridge tomó una linterna y salió a investigar. Pudo ver que el
perro fijaba su vista en un granero a unos cien metros de la casa. Apuntando el
haz de luz en dicha dirección, Partridge se quedó pasmado al ver dos enormes
ojos rojos que lo miraban desde la oscuridad. Gruñendo, el perro corrió en la
dirección señalada por la linterna; su dueño, muy al contrario, se sintió
invadido por un terror indescriptible que le hizo retroceder hacia el interior
de la habitación y pasarse el resto de la noche con un revólver al lado de la
cama.
Al día siguiente, Partridge se aventuró a seguir las huellas de su perro, sólo
para descubrir que las huellas del sabueso desaparecían abruptamente. Nadie
jamás volvió a ver a Bandit. En la misma manera en que los seres de tipo Bigfoot
se manifiestan en lugares abandonados o aislados, el "hombre polilla" se asentó
en una región derrumbada que había sido utilizada para fabricar explosivos
durante la 2ª Guerra Mundial y que era conocida por los lugareños como la "zona
TNT". Fue precisamente en dicho sitio que Roger y Linda Scarberry, acompañados
por Steve y Mary Mallette, se encontraron con la criatura. Según el testimonio
de las parejas, el ser tenía alas enormes como la de un murciélago, y que podía
plegarlas contra su espalda; carecía de cabeza, y los enormes ojos rojos
parecían estar en su torso. Los aterrorizados jóvenes, que habían visitado el
inhóspito lugar en automóvil, salieron disparados a más de 160 km/h, tratando de
ganar la seguridad de Point Pleasant, la población más cercana. Cuál no sería su
pavor al ver que más adelante en el camino había otra criatura del mismo tipo o
la misma, que desplegó sus alas y voló sobre su automóvil, siguiendo a las dos
parejas hasta la entrada del pueblo.
El 16 de noviembre de 1966, varias familias de la región se reunieron para
visitar la zona TNT juntas y ver las manifestaciones del fenómeno OVNI que
coincidieron con las apariciones del "hombre polilla" (mas de mil casos de OVNIs
fueron recopliados durante este plazo de tiempo). El extraño ser parecía estar
esperando a su visita en la entrada de la casa de Ralph Thomas: todos pudieron
ver una gran figura gris, más grande que un hombre, con dos resplandecientes
ojos rojos. Los despavoridos testigos se internaron en la casa de la familia
Thomas, quedando atónitos al ver que el "hombre polilla" seguía merodeando
alrededor de la casa, asomándose a la ventana de sala en un momento determinado.
Los investigadores John Keel y Gray Barker, quienes escribirían sobre el tema en
sendos libros, The Mothman Prophecies (Las Profecías del Hombre Polilla) y The
Silver Bridge respectivamente, concuerdan en que las apariciones de la dantesca
criatura disminuyeron mientras que los avistamientos OVNI y fenómenos
relacionados (poltergeist, Hombres de Negro, etc.) iban en aumento. El consenso
de ambos autores es que las manifestaciones de Mothman acabaron por completo en
Noviembre de 1967, pero estaban equivocados.
El fenómeno parece haberse conectado a dos familias en particular: el matrimonio
Scarberry y la familia Thomas. El "hombre polilla" sintió una atracción especial
por Linda Scarberry, quien manifestó haber sido acechada por el fenómeno por más
de dos años. Cuando ella y su marido alquilaron un pequeño apartamento en Point
Pleasant, descubrieron una noche que la criatura se había apostado en el techo
de un edificio contiguo, mirándolos a través de la ventana. Según la testigo,
estaba tan acostumbrada a ver la aparición que sencillamente cerró las cortinas.
"Llegué a sentir lástima," confesó Scarberry al investigador Brent Raynes,
"porque llegó a parecerme que la criatura estaba sentada ahí deseando poder
entrar para resguardarse contra el frío que hacía esa noche." Virginia Thomas,
por otro lado, dijo que por muchísimos años ella y su familia visitaron la zona
TNT para conmemorar el aniversario de su avistamiento.
Aparentemente, el "hombre polilla" decidió cambiar de cielos y realizó su
siguiente aparición en 1974 cerca del poblado de Elma, Nueva York. Un vecino, el
Sr.Miller, había salido de noche al patio de su casa para inspeccionar una
replica en miniatura de los megalitos de Stonehenge que había fabricado para sus
niños. Repentinamente, Miller descubrió que no estaba solo: una criatura alada
con una envergadura de tres metros y con cabeza grotesca volaba por encima de
las copas de los árboles.
En 1994, Brian Canfield, vecino de una apartada aldea al pie del monte Rainier,
estado de Washington, notó que había algo extraño en medio del camino mientas
que conducía de regreso a casa el 23 de abril a la 9:30 p.m.. La "cosa" estaba
descendiendo del cielo, haciendo contacto sólido con el asfalto de la carretera.
Según el testimonio del atónito Canfield, se trataba de una criatura de 2.75
metros de altura, con un torso humanoide musculoso y brazos que terminaban en
garras; tenía el cuerpo completamente cubierto por pelo azul y la cabeza se
parecía a la de un lobo, con colmillos blancos y ojos amarillentos.
"No supe qué pensar," dijo Canfield a un reportero del periódico Tacoma News
Tribune, "la criatura me miraba como si no supiese qué hacer. Me asusté mucho,
pero no me sentí amenazado." La criatura eventualmente desplegó unas alas
enormes y levantó vuelo, perdiéndose en la noche. La prensa no demoró en darle
el mote de "Batsquatch" a la criatura (combinación de murciélago y Sasquatch).
En el epílogo para la reimpresión de The Mothman Prophecies (1992), John Keel
comenta que Point Pleasant ha crecido tanto que la zona TNT aloja hoteles,
restaurantes y clubes de golf; los lugares en donde tuvieron lugar los
avistamientos de la célebre criatura han dejado de exisitir, pero las casamatas
de hormigón y acero que caracterizaron la zona TNT aún pueden verse: según la
tradición local, las casamatas conducen a túneles subterráneos que fueron
llenados de escoria radiactiva en la década de los '50. Aunque las autoridades
han negado la presencia de radiactivos, los residentes alegan haber visto
insectos mutantes y en 1990, el rotativo Point Pleasant Register informó un
cazador había disparado contra un perro macrocéfalo y deforme en dicha zona.
No resulta sorprendente que los vecinos de Point Pleasant prefieran platicar
sobre la importancia de su comunidad como un centro de vacaciones veraniegas,
conciertos de música "country" al aire libre y otros pasatiempos en vez del
pasado paranormal de la región. Pero algunos lugareños no han olvidado al
"hombre polilla", y en 1995, sobre un letrero en la Zona de Restauración
Ambiental de la vieja "zona TNT", alguien dejó un graffiti que reza: Mothman
shall return! (¡El hombre polilla regresará!).
Bighead ("Cabeza Grande")
Más inverosímil todavía resulta la fusión de los dos seres antes mencionados en
una tercera más extraña aún: Bighead o "cabeza grande", cuyas actividades
sembraron el pánico en el estado de Ohio en 1978. Durante dicho año, las
comunidades aledañas al Rio Ohio experimentaron toda suerte de fenómenos
paranormaless. Los hechos tuvieron lugar en Butler, población rural de unas
1,300 almas, localizada cerca del Bosque Estatal Mohican.
En la noche del 8 de julio, Eugene Kline y Ken O'Neil, de 17 años de edad, se
encontraban caminando a lo largo de una vía férrea cuando escucharon ruidos
extraños que provenían un matorral más adelane en el camino. Grande fue la
sorpresa de los muchachos cuando vieron salir del follaje un ser desconocido de
más de dos metros de altura con ojos color rojo deslumbrante. El pánico se
apoderó de ellos, y Ken se dio a la carrera, pero Eugene permaneció inmovilizado
de miedo con la vista fija en la aparición, llegando a sentir que esta le
invitaba a que se acercase. Finalmente, Eugene dio la media vuelta y salió
corriendo de vuelta a su casa. La criatura descrita por Eugene Kline tenía una
estatura muy por encima de los dos metros con una voluminosa cabeza, totalmente
desproporcionada con el resto del cuerpo, que no tenía ni manos ni pies
visibles. Kline señaló que el ser emitía unos gruñidos sumamente extraños.
Bighead volvió a aparecer durante la noche del 10 de julio, presentándose ante
un carro lleno de pasajeros de la población de Mansfield. El carro se disponía a
cruzar las vías férreas cuando el que conducía notó "una gran masa oscura con
ojos rojos" entre los rieles. El 12 de julio, la criatura se presentó en la
granja de la familia Kline, asustando a la hija de la familia, quien le arrojó
una linterna que llevaba consigo.
El investigador Ron Schaffner pudo determinar que, curiosamente, toda la
abundante vida silvestre de la región circundante a la granja de los Kline
parecía haberse esfumado debido a la presencia del ser anómalo. Los perros
ladraban constantemente y el ganado aparentaba estar sumamente inquieto. Un
perro perteneciente a otro granjero de la zona saltó a través de una ventana
cerrada para entrar en su casa, aparentemente tratando de huír de "algo" que le
produjo un buen susto.
Aunque ninguno de los testigos jamás vio volar a la insólita criatura, Schaffner
apuntó que existía un parecido cercano con el famoso "hombre polilla" de
Virginia Occidental: ambos seres poseían ojos luminosos de color rojo
anaranjado; producían sonidos parecidos a un chillido o un disco tocando a 78
rpm; ninguno de los dos tenía ni brazos ni pies visibles, y la estatura de ambos
era superior a los dos metros.
Casos Recientes
La primavera de 1990 trajo consigo una oleada de encuentros cercanos con
criaturas anómalas en todo el estado de Maryland, uno de los más populosos, sede
de grandes concentraciones urbanas como Baltimore, Annapolis y Washington, D.C..
El 2 de enero de ese año, Dave Ramsey tuvo un encuentro aterrador: poco después
de la medianoche, acercándose en su coche al cruce de Ady y Taylor Rd., el
chofer se apercibió de un enorme ser "gorilesco" más alto que la señal de stop
de la intersección. Al proseguir la marcha, Ramsey vió que la criatura se había
lanzado a perseguir su vehículo.
Dos meses más tarde, Lynda y Walter Walters, junto con sus hijos, llegaron a
otro cruce, esta vez el de Thomas Run y Kalmia Rd., cuando se dieron cuenta que
una enorme criatura peluda los miraba fijamente desde una zanja a la derecha del
camino, a unos tres metros de distancia. Cuando el Sr. Walters encendió las
luces largas para poder verlo mejor, la criatura dió la media vuelta y salió
corriendo.
El periodista Bob Teets, autor del libro West Virginia UFOs, entrevistó en 1994
a un testigo con el seudónimo de "John B.", quien mantenía vivo el recuerdo de
un encuentro con lo paranormal en el mes de julio de 1973, cuando su familia
regresaba de un pasadía al norte de Point Pleasant. "Nos encontrábamos en la
zona TNT," dijo el testigo, "y esta cosa -mayormente blanca, sin alas, y con
pelo grueso y lanudo- comenzó a flotar justo al lado de nuestro automóvil, cuya
velocidad era de 95 kilómetros por hora." Aunque no pudo verle el rostro, John
B. afirmó que su cabeza tendría más de 91 centímetros de ancho.
El destacado investigador Stan Gordon, cuyas experiencias con este tipo de casos
se remonta a comienzos de la década de los '70, menciona un evento acaecido en
el verano de 1995 en el estado de Pennsylvania: una familia se decidió a
construir su nuevo hogar en un claro de bosque precisamente en la región del
condado de Westmoreland con el mayor porcentaje de casos de encuentros con
Bigfoot y otros seres anómalos.
Cuenta Gordon que el hijo de los dueños de la residencia, estando solo una
tarde, escuchó los gritos y chillidos escalofriantes aparentemente producidos
por uno de estos seres peludos. Tal fue el miedo que sintió, que el jóven salió
huyendo descalzo de la casa, corriendo sobre la calzada de acceso a la casa,
había sido revestida esa misma mañana con brea muy caliente. En 1996, el
programa radial de Laura Lee, transmitido desde Belleview, estado de Washington,
recibió una llamada telefónica de Rena, una radioescucha en la ciudad de Spokane,
en dónde había visto una criatura cuyas señas correspondían a las del legendario
"hombre polilla".
"Hace cuatro noches," dijo la radioescucha, "a eso de las 11:30 p.m., miré hacia
el cielo, que estaba estrellado pero un poco nublado, y pude ver una criatura
parecida a un pájaro enorme cruzando el firmamento. No se trataba de un avión,
porque ascendía y descendía súbitamente a la altura de un avión que va a
aterrizar. Jamás ví un par de alas tan poderosas. La cosa volaba en dirección
este, hacia el Canadá, y pude contemplarla ininterrumpidamente por varios
minutos. No creía en esas cosas hasta ahora, y me que quedé maravillada por la
envergadura y fuerza de sus alas".
Conclusión
En resumen, ¿qué podemos decir sobre esta "casa de fieras fantasma", como la
denominó el fallecido investigador inglés F.W. Holiday? Los ufólogos se han
inclinado a pensar que las criaturas de tipo Bigfoot y seres verdaderamente
anómalos como el "hombre polilla" son depositadas en nuestro mundo por los
tripulantes de los OVNIs para llevar a cabo misiones especiales cuyo propósito
ignoramos. Los investigadores de lo paranormal han calificado al fenómeno como
uno de corte interdimensional, en el que seres de otros niveles de existencia
penetran la nuestra accidentalmente o adrede.
Una variante de esta creencia es que dichos seres son productos de magia ritual,
ya sean ritos indígenas o de magia negra. Las criaturas serían entonces
materializaciones temporarias de energía que desaparecerían después de cierto
tiempo. En algunos casos, también podría ser cierta la hipótesis de que este
tipo de criaturas son proyecciones del Inconsciente Colectivo de la humanidad
(activado por el electromagnetismo presente en ciertas regiones). Por otro lado,
el autor John Keel ha sugerido la posibilidad de "elementales" o el concepto
clásico de "ángeles y demonios". La interrogante seguirá en pie.
escrito por Scott Corrales