Hombres de Negro

La visita se produjo en 1976 mientras el doctor Herbert Hopkins se encontraba trabajando como hipnotizador en un supuesto caso de secuestro extraterrestre en Maine, Estados Unidos. Una noche, estando solo en su casa, dijo haber recibido la llamada de un hombre que afirmaba representar a un grupo de investigación sobre ovnis en Nueva Jersey. (Hopkins descubrió más tarde que el grupo no existía). El interlocutor le dijo a Hopkins que quería verlo para discutir con él el caso del secuestro, y el médico aceptó. Más tarde reflexionó sobre lo curioso de haber aceptado tan fácilmente compartir el asunto.
Sin embargo, en ese momento a Hopkins ni siquiera le resultó curioso que un extraño visitante apareciera en el umbral de su puerta sólo unos segundos después de cortar la comunicación telefónica. El hombre era calvo, sin cejas ni pestañas. Vestía un traje negro, una corbata negra y una camisa blanca resplandeciente y perfectamente planchada.. “Pensé, se ve como un funebrero”, dijo Hopkins más tarde.

El hombre también tenía el rostro pálido como un cadáver y los labios aparentemente pintados. Sin sorprenderse por nada de esto, el médico se sentó con el extraño y por un rato habló sobre los detalles del caso. Luego, cuando el visitante se puso de pie para irse, Hopkins advirtió que su manera de hablar se estaba volviendo lenta y que sus movimientos no eran firmes. Sus palabras de despedida fueron: “Me estoy quedando sin energía. Debo irme. Adiós.” Recién después de que su invitado se marchó, Hopkins se sintió consternado, y advirtió lo extraño del acontecimiento.

A pesar de ciertas anomalías, el misterioso visitante no era distinto de los místicos hombres de negro, o los MIB, como se los conoce: seres aparentemente humanos, que según se dice emergen como presencias amenazantes en las vidas de los testigos o de los investigadores de los ovnis. Desde fines de los años ´50, los MIB se han transformado en un curioso anexo en las apariciones de ovnis y han alcanzado un estado casi mítico.

Los investigadores analizaron en detalle más de treinta supuestas visitas de los MIB. Mientras que en algunos casos se trata de pálidas criaturas como la descrita por Hopkins, por lo general se los representa como seres de piel oscura que parecen extranjeros y que tienen los ojos rasgados. A pesar de que a veces aparecen solos, por lo general viajan de a tres. Se dice que muchos muestran sorpresa y perplejidad ante objetos tan mundanos como los bolígrafos y los cubiertos de cocina. Casi todos tienen en común el sombrío atuendo de sus atemorizantes trajes negros, con corbatas negras y camisas blancas.

Se informó sobre algunos que hablan con un acento peculiar, usando un lenguaje excesivamente formal o con tendencia a entablar diálogos típicos de las películas clase B de Hollywood. (“Mira, si valoras tu vida y la de tu familia, cállate la boca y no hables de las apariciones de ovnis”, amenazó unos de los MIB a un testigo de ovnis, según relató luego éste).

Según los informes, la personalidad de los MIB tiende a ser como la de un robot; por lo general no aparecen afables ni malignos. Sin embargo, tienen un aspecto amenazante. Algunos, como el que supuestamente visitó al doctor Hopkins, inspiran miedo con su sola presencia. Se dice que otros intimidan a sus víctimas con amenazas de daño físico, aunque nunca se informó que un MIB recurriera a la violencia. En todos los casos, la misión de lo MIB parece ser la de disuadir a la gente de que hable sobre las experiencias con ovnis o de que busque información sobre ellos. Una teoría inicial y persistente sobre los Hombres de Negro era de que se trataba de agentes del gobierno que estaban interesados en ocultar la verdad sobre los ovnis. Sin embargo, esa idea fue perdiendo vigencia, probablemente por que las excentricidades de los MIB superaban hasta las paranoias más inimaginables sobre las infames conspiraciones federales. Actualmente, la hipótesis más aceptada es que los encuentros con los MIB son ilusiones percibidas por personas perturbadas por encuentros reales o imaginarios con ovnis, o bien se trata de fraudes.