En la literatura esotérica se nos dice que nuestro Logos Solar entonó la
Palabra Sagrada para crear este sistema solar. La entonó en siete grandes
alientos, en siete notas, y los siete planos en total entraron en la existencia.
Lo mismo ocurrió con la Mónada. Entonó la Palabra séptuple y empezó su
encarnación, hasta que alcanzó al plano más denso. Esta fue la nota de la
creación y la encarnación, el proceso de la expiración.
Cuando el hombre comience a transitar el sendero de la evolución consciente,
volverá a su fuente, a la Mónada, y será El Mismo, y esto se cumplirá
averiguando la nota real de la Mónada y aspirándola.
Esto se logrará mediante el uso de la Meditación Metafísica Cuántica para
disipar los obstáculos e impedimentos; y segundo, para construir puentes y
fundirse con la fuente, con el Yo, de modo que la Mónada regrese a su propio
estado del ser con todas sus experiencias en el mundo manifiesto.
Al meditar de esta forma, el hombre trata de realizar dos cosas:
A) La construcción de ideas, al hacer descender a los niveles concretos del
plano mental las ideas abstractas y las intuiciones. Esto es lo que se puede
llamar meditación con siembra.
B) El alineamiento del ego y la creación de un vacío entre el cerebro físico y
el ego, que da por resultado la afluencia divina, la consiguiente destrucción de
las formas y la subsiguiente liberación. Esto se puede llamar: meditación sin
siembra.
En determinado período de la evolución ambas se fusionan en una, se prescinde de
la siembra, entonces se crea el vacío, no tanto entre los vehículos superior e
inferior, sino entre ellos y el plano intuitivo o de armonía.
Por consiguiente, al Meditar en forma Metafísica Cuántica el hombre debe ser
capaz de realizar el trabajo creador y el trabajo destructor, como lo hace el
Logos.
Esto será un reflejo del proceso cósmico en el microcosmos.
Atraerá a su cuerpo materia más refinada y expulsará la más burda.
El estudiante de la Nueva Raza deberá usar la Meditación Metafísica Cuántica y
encontrar gradualmente su fase real; entonces, a través del silencio interior,
inundar la naturaleza inferior con la energía del Yo Soy y sublimarla hasta el
más alto grado .
La Meditación Metafísica Cuántica nos conduce a la fusión del Alma con el
espíritu.
Juan Orsini
Circulo Metafísico Argentino