El aporte más valioso que en lo personal me ha hecho la Astrología, fue mostrarme la existencia de un Orden en la vida. Y el aporte más valioso que obtengo cada vez que consulto mi Carta Natal, es mostrarme la presencia de ese Orden en mi propia vida. ¿Y por qué hago referencia a lo personal? Porque creo que es fundamental, porque una cosa es predicar basándome en cursos, libros y teorías y, otra muy distinta, es hacerlo desde mi propia experiencia.
¿Y para qué me ha servido y sirve el darme cuenta de ese Orden?: para estar en paz. Imagino que te preguntarás ¿y cómo es ésto?. Veámoslo.
La gran mayoría de las personas -¿tal vez tú mismo/a?- viven en un constante desasosiego, en lo que modernamente denominamos "estrés" y que no es otra cosa que el viejo y conocido estado de tensión. Pensamientos tensos, que producen sentimientos tensos, que producen sensaciones tensas, que producen alteraciones de todo tipo en nuestras conductas y cuerpos físicos.
¿Y porqué vivimos desasosegados y tensos? Porque escuchamos únicamente la voz del ego. ¿Y cómo describir al ego?
El ego es la manifestación del "qué" y "cómo" pensamos. El ego es una especie de bolsa en la cual está contenido todo el proceso de culturización -léase "domesticación"- del que fuimos objeto desde el instante mismo en que nuestra mamá le dijo a nuestro papá: "Mi amor, estoy embarazada".
A partir de ese mágico momento en que comenzamos a Ser, también comenzamos a ser los destinatarios de las expectativas, valores, creencias, miedos, esperanzas, etc., de nuestros padres y de la sociedad a través de ellos. Y comenzamos a llenar la bolsa del ego. Y a medida que crecimos -ya fuera de la panza- continuamos echando cosas en esa bolsa: las opiniones de la maestra, los consejos del abuelo, los ejemplos de lo/as amigo/as, lo que nos informaban en los medios de comunicación y varios otros proveedores.
Y llegamos a adultos con una idea ya conformada acerca de cómo deberíamos ser y cómo debería ser nuestra vida, a qué deberíamos aspirar, qué deberíamos lograr, qué metas deberíamos alcanzar. Todos esos elementos -que conforman el ego- son los "debeísmos", órdenes y mandatos que tenemos internalizados y de los que a veces no somos conscientes. Y ahí comienzan nuestros problemas, los generadores del desasosiego y la tensión, porque dedicamos nuestra vida a amoldarnos a esos debeísmos, a cumplir con ese guión existencial.
¿Y cuál es el problema en realidad? Que generalmente, ese guión egoico no coincide con el guión de vida de nuestra Alma, o sea que, lo que deseamos -según el ego- suele ser incongruente con lo que necesitamos -según el Alma-.
Y el problema se agudiza porque de cualquier modo, siempre viviremos lo que nuestra Alma ha establecido que vivamos y no lo que el ego desea.
Si tú examinas lo que has vivido, ¿crees que fue lo que deseaste?
Lo que vivimos puede no producirnos felicidad en el momento. Tal vez incluso, lo consideremos injusto, inadecuado, doloroso, inoportuno, etc. Sin embargo, si miramos a nuestra vida como un proceso contínuo, seguramente descubriremos el sentido positivo y amoroso de nuestras circunstancias.
¿En cuántas oportunidades nos hemos puesto terco/as y hemos intentado violentar nuestro destino (y el destino es el plan del Alma)? ¿En cuántas oportunidades nos hemos empecinado en no darnos cuenta, en no enterarnos, pretendiendo controlar apelando a la voluntad? ¿Y cuáles fueron los resultados?
Cuando a través de la Astrología descubrimos la existencia de un Orden en nuestra vida, comienza a cambiar el modo en que pensamos. Cuando cambia el modo en que pensamos, cambia el cómo percibimos. Cuando cambia nuestra percepción, cambia lo que sentimos. Cuando cambian nuestros sentimientos, cambian nuestras conductas. Y cuando cambian nuestras conductas, cambia nada menos que nuestra realidad.
"Juan consultó a un sabio sobre cómo era adecuado vivir y el sabio le dijo:
Hay personas que viven como si se introdujeran en las aguas de un río. Una vez en él, se dedican a brazear y patalear intentando controlar el flujo de la corriente. Y como todo río desemboca en el mar, ahí también terminan ellos.
Hay otras personas que, una vez en el río, observan la dirección de la corriente y confiando en la sabiduría de ella fluyen con el agua haciendo solo los movimientos necesarios para mejorar y facilitar ese flujo. Y como todo río desemboca en el mar, ahí también terminan ellos.
Juan le miró sorprendido y le preguntó cuál era entonces la diferencia y el sabio le respondió:
Que en el primer caso, las personas llegan al mar agotadas, lastimadas y enojadas. En el segundo caso, llegan descansadas, íntegras y alegres.
En ambos casos, el destino es llegar al mar, pero hay una gran diferencia en el "cómo" llegan."
Y el Orden que nos muestra nuestra Carta Natal, es precisamente la dirección de la corriente del río de nuestra vida. Nosotros elegimos como transitar el río.
El conocer ésto, a mí me ha servido para vivir una vida que considero plena. Y he visto como a muchos de mis consultantes, les ha servido para encarar sus vidas de un modo nuevo, diferente y sustancialmente mejor.
La semana próxima continuaré con este tema.
Alberto Suarez
Astrólogo ? Terapeuta Transpersonal
http://www.astrologias.com
¡Promo 1ª Consulta!
213.293.3580
¡Llama Ahora!
¡Promo 15 min = 5$!
Código Promo Tarot: R5
Siguiente Consulta:
50% Descuento.
¿Te lo vas a perder?
Videntes y tarotistas de Tarot Leo
de Más Alto Nivel te atienden 24/7
May. 18 años. Tel de Miami, FL,
Estados Unidos.
Consulta tu horóscopo
Cada día nuestra experta astróloga, Naina, redacta tus predicciones para ayudarte.