Los sabios maestros del oriente dicen, que según es la profundidad, el ritmo y la duración de la respiración, así es la calidad y la cantidad de años que vive el ser humano.
Nosotros, en occidente, sabemos y aplicamos muy poco el arte de la respiración.
El aire que ingresa a nuestros pulmones, a través de la respiración, no solo es esencial para la transferencia del oxígeno a nuestra sangre, sino que constituye también la fuente del fluido energético universal, que alimenta nuestro cuerpo, mente y alma.
Control y Dirección de la Respiración
El hombre según piensa, así es, y así como respira, su vida es.
El contacto consciente de nuestra atención inteligentemente con la respiración, produce en forma inmediata un efecto de relajación profunda en nuestra mente. De esto, podemos deducir, que la respiración dirigida y la relajación mental, están estrechamente vinculadas.
Al dirigir nuestra atención al control de la respiración, haciéndola pausada y profunda, no solo estamos transfiriendo una mayor cantidad de oxígeno a nuestro sistema circulatorio, sino que estamos también controlando directamente el ritmo y la frecuencia mental de nuestro cuerpo.
Explicación y Aplicación del Control Dirigido de la Respiración
La atención prestada al control de la respiración en el camino espiritual, tiene como uno de sus objetivos la erradicación de todas las tensiones neuromusculares posibles, y por lo tanto, la elevación de la energía vital.
La práctica de la respiración controlada, se deberá hacer como mínimo dos veces por día en horarios fijos (para producir el hábito) y por un período mínimo de diez minutos y veinte minutos como máximo.
Al hacer esto, todos los átomos, moléculas y células que componen nuestro ser, vibrarán con este controlado ritmo de respiración y en pocos minutos, el cuerpo entero estará vibrando por simpatía. Todo nuestro organismo se irá cargando con una fuerte dosis de energía vital.
Armonización de los vehículos físico, emocional y mental
Desde la alta frecuencia vibracional que posee el alma, se pueden elevar las vibraciones de sus vehículos inferiores.
El motivo de este trabajo de armonización es adecuar los distintos cuerpos a la asimilación, previa comprensión, del conocimiento interno.
Armonización del cuerpo físico
Este vehículo está conformado por átomos de baja vibración. Cuando la mayoría de ellos vibran a una misma frecuencia, el ser humano siente su cuerpo relajado y saludable.
Al comenzar a bajar la frecuencia de una porción de átomos, sea cual fuere el órgano que constituyen, se produce una mayor densidad en la materia que conforma dicho órgano y por lo tanto, se comienza a sentir el cuerpo tenso, no tardando en aparecer en el órgano en cuestión, cualquier tipo de patología.
La armonización del cuerpo físico tiende a establecer un régimen de vibración pareja en el total de átomos que lo conforman.
Elevando esta vibración se reestablece el normal funcionamiento del conjunto de partes que constituyen el cuerpo físico.
Al lograr esto, no solo se obtiene un bienestar saludable en el físico, sino que también éste deja de ser una carga, para el trabajo de asimilación y comprensión espiritual.
Juan Orsini
Círculo Metafísico Argentino