Para explicar la esencia espiritual hay un refrán que dicta: “No somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual. Somos seres espirituales teniendo una experiencia humana”. Y no hay nada más cierto que esto.
Somos seres espirituales. Somos almas eternas. Ya existíamos de forma espiritual desde antes de nacer. El que dejemos actuar nuestro ser espiritual por encima del carnal permitirá que los acontecimientos humanos actúen a favor de lo que deseamos.
Nuestra Alma, esa parte de nosotros que observa silenciosamente detrás de lo que hacemos, pensamos, creemos y sentimos, existió antes de esta vida humana y continuará existiendo después de que transcurra nuestra actual vida física.
Para cada uno de nosotros, nuestra Alma es donde residen el amor incondicional, el perdón infinito, la compasión, la armonía, la paz y la alegría.
Nuestra Alma es un pedacito de lo Divino, que nos permite experimentar esta vida y sus lecciones.
¿Cómo podemos entrar en contacto con nuestro YO Espiritual?
Pues muy sencillo, a través de la meditación. Es una metodología que nos permite entrar en contacto con nuestro YO interno y el YO Espiritual.
Hay muchas cosas en la vida que están fuera de nuestro control. Sin embargo, es posible asumir la responsabilidad de nuestros propios estados de ánimo y está en nuestras manos mejorarlo.
El antídoto real contra nuestros propios dolores personales, y ante las ansiedades, los temores, los odios y las confusiones generales que afligen a la condición humana es la meditación, es entrar en contacto con nuestro ser interior.
La meditación es un medio de transformar la mente. Las prácticas de meditación son técnicas que fomentan y desarrollan concentración, claridad, positividad emocional y una visión tranquila de la verdadera naturaleza de las cosas.
Al involucrarnos con una práctica de meditación aprendemos los patrones y hábitos de nuestra mente, y la práctica nos ofrece un medio para cultivar formas nuevas y más positivas de ser.
Las técnicas de la meditación son muy simples. Sin embargo, leer sobre ellos no es un sustituto para el aprendizaje de un maestro experimentado y confiable. Un profesor será capaz de ofrecerle orientación sobre cómo aplicar la técnica y cómo hacer frente a las dificultades. Tal vez lo más importante, un maestro puede ofrecer el estímulo y la inspiración de su propio ejemplo.
Reconoce y descubre tu esencia espiritual
La esencia es lo que te hace ser quien eres. Es lo que te distingue o separa de otro ser individual. Es quien eres TU. Dicha esencia debe ser alimentada de forma profunda. El conocimiento y la comprensión de nuestra esencia puede abrirnos caminos para la comprensión de nosotros mismos, nuestra intuición y nuestra propia creatividad.
Todo en la vida tiene una "esencia". Todo tiene una singularidad y energía. Esto está más allá de la personalidad y más allá del ojo físico. Algunos pueden tener una esencia de calma y creatividad, y otros pueden tener más humor y aventura.
Usualmente confundimos esencia con personalidad, y es un gran error, ya que este depende del ego, y la esencia no depende de nada. La esencia puede trabajar con la personalidad, pero no pertenece a ella. Se puede decir que la esencia es la energía cruda que una persona genera. Es lo que mantiene a una persona en su máxima verdad, pureza y amor.
¿Qué tipos de actividades aumentan tu energía y te hacen sentir vivo? ¿Qué te hace sentir creativo? ¿La naturaleza toca tu corazón o estar en una ciudad te llena de vida y energía?
Al alimentar a tu Esencia, haciendo eso que realmente te gusta, lo que realmente te complementa, estás fortaleciendo tu corazón y permites que la creatividad fluya desde más allá. Esto no quiere decir que alimentes tu ego o tu personalidad, recuerda que no tienen nada que ver.
Busca lo que te hace sentir bien y sigue lo que te hace sentir vivo. Comienza a preguntarte, ¿Qué pasaría si no me diera miedo hacer …? Alimentando tu esencia, conseguirás la dirección clara y alineada con todo que necesitas en la vida.
Hay veces que sentimos como que la vida nos está dando una señal, tenemos sensaciones que nos dicen que está bien y que está mal. Lo puedes llamar intuición o sistema guía, pero en realidad lo que estás haciendo es entrar en alineación con tu Esencia. Las señales te llevan a tu próximo destino. Una buena sensación te guiará a las respuestas. Las coincidencias en tu vida saldrán y te dirán lo que necesitas escuchar.
Técnicas de Meditación
Ya sabemos que la meditación tiene docenas de beneficios, entre los que encontramos entrar en contacto con nuestro ser espiritual, con nuestra esencia.
Se suele clasificar la meditación en función de la forma en que enfocan la atención: atención enfocada, monitoreo abierto y presencia sin esfuerzo.
Atención Enfocada: Para este tipo de meditación deberás centrar la atención en un solo objeto durante toda la sesión de meditación. Este puede ser la respiración, un mantra, una visualización, una parte del cuerpo, un objeto externo, etc. Esto permitirá que las distracciones sean menores.
Monitoreo Abierto: En lugar de concentrarte en un solo objeto, lo mantenemos abierto, controlando los diferentes aspectos de nuestra experiencia. Percibimos todo, lo interno (pensamientos, sentimientos, etc.) y lo externo (sonidos, olores, etc.).
Presencia sin Esfuerzo: Es cuando la atención no se centra en nada particular, sólo se apoya en sí misma. De forma tranquila, vacía, constante e introvertida.
Meditación Zen
En esta oportunidad, te dejaré un pequeño ejercicio de relajación, para que entres en contacto con tu ser Espiritual, para que disminuyas la ansiedad, para que poco a poco aprendas a controlar tu estrés y aprendas a eliminar los aspectos negativos de tu vida y dejes únicamente aquellos que te complementan y llenan tu alma.
Te explicaré la técnica de meditación Zen, que es un tipo de meditación budista. Generalmente se practica sentado en el suelo sobre una estera y un cojín, con las piernas cruzadas. Tradicionalmente se hacía en posición de loto o de medio loto, pero esto no es necesario. También puedes hacerlo sentado en una silla. Lo más importante es que tu espalda quede completamente derecha, desde la pelvis al cuello. La Boca se mantiene cerrada y los ojos mirando el suelo.
En cuanto a tu mente, la puedes practicar de dos maneras diferentes:
Concentrarte en la respiración: esto no es más que centrar toda tu atención en el movimiento de la respiración, como entra y sale de tu nariz. Puedes ayudarte contando mentalmente. Cada vez que inhalas cuentas un número, comenzando por el 10 y retrocediendo hasta llegar al 1, para luego comenzar nuevamente. Si te distraes y pierdes la cuenta deberás volver a comenzar.
Shikantaza ("sentarse"): acá no usas ningún objeto específico de meditación, más bien, deberás permanecer el mayor tiempo posible consciente del momento presente, observando lo que pasa por tu mente y a tu alrededor, sin pensar en nada particular. Es dejar tu mente en blanco, y dejar que los pensamientos fluyan por cuenta propia.
Recuerda que existen diferentes tipos de meditación, y cada uno servirá para diferentes momentos o actividades de tu vida, cada aspecto de tu vida está relacionado a un tipo de meditación, y todo se verá afectado según la forma en que te enfrentes a ello. Esta técnica aquí empleada funciona para relajarte, para despejar tu mente, para entrar en contacto con tu YO interno, con tu YO espiritual, para limpiar tu esencia. En próximos artículos te brindaré otros tipos de meditaciones para que tu cuerpo, tu alma y tu mente estén en perfecta conexión.