¿PORQUÉ ME SIENTO MAL?

Dos comentarios que frecuentemente oigo de mis consultantes:

" Nada resulta como deseo. Por mucho que lo intento no logro formar una pareja estable, ni alcanzar tal meta profesional. Como consecuencia, me siento mal."

" Todo resulta como deseo. He logrado formar la pareja que quería y he alcanzado mis metas profesionales. No obstante, me siento mal."

Aparentemente, esos dos comentarios no tienen nada en común y sin embargo, sí lo tienen. El común denominador es que ambas personas han estado viviendo según el guión del ego y desconociendo el guión del Alma. Veámoslo.

En cada reencarnación nuestra Alma establece un guión de vida, basándose en los aprendizajes que necesitamos realizar. En dicho guión están incluidas experiencias destinadas a que sanemos heridas de vidas anteriores y a que aprendamos a pensar y actuar diferentemente respecto a nosotros y nuestras circunstancias. Ese guión es observable en la Carta Natal, un gráfico que representa simbólicamente el camino que necesitamos recorrer, según lo establecido por el Alma. El análisis de nuestra Carta Natal nos facilita descubrir nada menos que la misión y sentido de nuestra existencia.

El problema es que a partir del momento en que nacemos y debido al proceso de "normalización" a que nos somete nuestra sociedad, comenzamos a desarrollar una falsa identidad, una falsa personalidad, un falso "yo" al que llamamos "ego". Y el ego, nos induce a desconocer lo que realmente necesitamos vivir y a seguir sus consejos que siempre tienen que ver con vivir desde el miedo a la carencia y a la pérdida, actitudes de defensa/ataque, competencia, posesividad y búsqueda de metas que nos presenta como detentadoras de la felicidad. El ego es una voz interna que constantemente nos está diciendo "demuestra que eres el/la mejor", "es vergonzoso que a tu edad aún no tengas pareja", "si quieres sentirte bien tienes que ser capaz de vestirte con tal marca de ropa, comprar tal modelo de automóvil y adquirir una casa en tal lugar", "los demás solo quieren perjudicarte y por tanto, debes estar siempre en estado de alerta y perjudicarlos tú primero", "debes alcanzar tal título para demostrarle al mundo que vales", etc.

Pero -y este "pero" es milagroso- el Alma no se rinde. Ella se las ingenia para presentarnos una y otra vez las experiencias vitales que necesitamos y si optamos por desoírla en aras de seguir el guión egoico, nos produce un estado de malestar. Este malestar puede presentarse de múltiples maneras: como enojo permanente, tristeza, depresión, apatía, sensación de vacío, aburrimiento, etc. Son todas ellas señales de que estamos recorriendo un camino distinto al que nuestra Alma quiere que recorramos.

En la consulta astrológica y terapéutica (yo aplico Terapia Transpersonal), lo que hago es poner a la persona en contacto con el clamor de su Alma y con el plan de vida que la misma trazó y por supuesto, la proveo de las herramientas necesarias para lograr los cambios requeridos.

Y asisto a la transformación de mi consultante en alguien lleno de vitalidad, entusiasmo, motivación, paz y alegría.

¿En qué se equivocaron las personas de los dos ejemplos iniciales? En que ambas -por diferentes caminos- estuvieron viviendo según el guión de sus egos.

Tal vez sería bueno que te hicieras algunas preguntas:

- ¿Cómo me siento realmente?

- ¿Cuál es el sentido de mi vida?

-¿A qué estoy dedicando mi vida?

- ¿En función de qué metas he estado viviendo?

- ¿Soy feliz?

Y recuerda que hoy es siempre todavía. Aún estás a tiempo de producir los cambios que te conduzcan a la vida que necesitas y mereces. Como siempre -creo fervientemente en la responsabilidad personal- tú decides.