Mucho se ha escrito al respecto y es un tema muy estudiado en las últimas décadas,
por institutos de parapsicología y universidades a nivel mundial, dejando las
investigaciones muchas interrogantes que son analizadas a fin de poder explicar
las experiencias que han vivido aquellos que han sido declarados muertos y han
regresado, o simplemente estuvieron a punto dejar esta dimensión física por
complicaciones que se manifestaron en su organismo, pero se les dio la
posibilidad de retornar a su vehículo físico.
Lo cierto, que para poder comentar sobre este tema, se puede hacer con una
convicción de fe producto del legado que nos ha dejado las religiones
orientales sobre la vida después de la muerte o lo que otros han escrito, como
el caso del psicólogo Luis Espinosa Paul , quien últimamente señaló en el
evento sobre "Imágenes de lo Oculto: Exposición Fotográfica de
Espiritismo, Esoterismo y lo Paranormal" que se celebró en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires del 8 al 20 de Noviembre de 2006, organizada por el Museo Roca
-Instituto de Investigaciones Históricas y el Instituto de Psicología
Paranormal de Buenos Aires, Asoc. Civil., creencia de la supervivencia humana
pos-mortem ha formado parte de la naturaleza humana desde sus inicios. La
necesidad humana de creer en la continuidad de la vida después de la muerte del
cuerpo físico, se ha manifestada desde la antigüedad en diversas culturas y
religiones, supuestas experiencias pos-mortem han sido descritas en la Biblia,
el Libro Tibetano de los Muertos, y escritos de Platón, poniendo en evidencia
la carga histórica y cultural que tienen estas experiencias. Una encuesta
realizada por la empresa Gallup reveló que el 38% de los estadounidenses cree
en la supervivencia después de la muerte. Estos resultados mostraron un
incremento respecto de la década pasada.
A pesar vivimos una época en donde los avances tecnológicos frecuentemente
sobrepasan la barrera de lo creíble y el desarrollo vertiginoso de la
epistemología científica, ha logrado resolver enigmas que en el siglo pasado
generaron asombro y credulidad pueril; esto no ha sido suficiente para el
controvertido campo de la supervivencia después de la muerte, que sigue mostrándose
esquiva en su resolución, no habiéndose formulado teoría convincente que
explique cómo obtener conocimiento verificable.
El debate entre creyentes y escépticos con sus respectivas hipótesis no ha
logrado explicar satisfactoriamente, ni avanzado mucho, en la resolución de
este controversia que sigue siendo una de las más grandes preocupaciones de la
parapsicología. Para los escépticos, la vida es un proceso puramente biológico
y cuando una persona muere su personalidad también muere, fundamentándose que
la ancestral creencia en la vida después de la muerte, no es más que una
respuesta al miedo innato que el ser humano tiene frente a la muerte. Por otro
lado los creyentes en la supervivencia creen que podría deberse a la existencia
de seres desencarnados, mientras que otro grupo especula que la evidencia podría
deberse a algún tipo de super-percepción extrasensorial (super-psi) de los
vivos.
Existen diversas experiencias que podrían servir como piedra angular al momento
de indagar las evidencias acerca de la hipótesis de la supervivencia del cuerpo
físico después de la muerte. Las mismas que han sido bastante estudiadas y
documentadas, como las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM), las Experiencias
Fuera del Cuerpo (EFC), la Reencarnación, el Recuerdo de Vidas Pasadas, la
Transcomunicación Instrumental (TCI) y las Experiencias de Apariciones post
mortem.
Las experiencias aparicionales fueron inicialmente -supuestamente- la principal
evidencia de la existencia de la supervivencia después de la muerte del cuerpo
físico. Esta hipótesis tuvo como base el conocido "Censo de
Alucinaciones" realizado en 1890 por la Society for Psychical Research , se
entrevisto a 17.000 personas para explorar la incidencia de alucinaciones
alucinaciones -aunque realmente uno de los principales objetivos fue recolectar
evidencia de la vida después de la muerte- se encontró que el 8 % de
encuestados reportaron experiencias aparentemente verídicas de apariciones,
reportándose también varias apariciones de fallecidos luego de 12 horas de su
muerte.
Los reportes de experiencias aparicionales post mortem son las que podrían
aportar mayor evidencia a la hipótesis de la supervivencia.
Estas experiencias están relacionadas a la aparición de una persona que ha
fallecido, por lo menos, doce horas antes. La mayoría de apariciones son de
personas muertas en un rango de 60% al 70% (Dale, 1951; Green y McCreery, 1975,
Haraldsson, 1985) Algunos estudios han señalado que una considerable proporción
de figuras aparicionales provienen de personas que murieron de una forma
violenta y en algunos casos la aparición trata de comunicar información que el
experiente desconocía.
Una preocupación frecuente de los investigadores en cuanto a las experiencias
aparicional se basa en la subjetividad y objetividad de la misma. Considerándolas
como objetivas cuando son percibidas por más de una persona y subjetivas
(alucinatorias) cuando algunas personas presentes no las perciben.
Finalmente, existe una respuesta a la pregunta ¿Es la experiencia aparicional
una evidencia de la hipótesis de la supervivencia después de la muerte?. La
respuesta es NO actualmente no existe más que evidencia aislada y poco
consistente que pueda realmente corroborar que las experiencias apariciones son
la evidencia -tan esquiva- de la existencia de vida después de la muerte.
Quien escribe estas notas, experimentó hace 10 años la experiencia de la
muerte, cuando estuve en coma por 9 días en la clínica San Blas, Valencia,
Venezuela, producto de una craneotomía. Entre a la clínica sin signos vitales
y se me realizó una operación al cerebro por estar este contaminado de pus.
Los médicos no me daban posibilidad de vida, pues de acuerdo a su experiencia e
historia en estos casos de 100 pacientes mueren 99.
Jamás supe como llegue a la clínica, simplemente cuando desperté, me encontré
en tubado, con catetes directo al corazón y brazos. Me estaban observando tres
médicos y una hija que me tenía agarrado la mano y me decía ! Hola papá!
mientras que uno de los médicos, me decía:- Tranquilo?. Vienes de una
operación al cerebro, permaneciste 9 días en coma?
Lo que si me acuerdo cuando desperté, era que experimente una serie de hechos
que se han quedado grabado y plenamente evaluados por mi conciencia, hechos que
si bien es cierto no tenía la conciencia plena de que estaba en otras
dimensiones, si me recuerdo de lo que viví y experimenté en ese entonces.
Pasé como lo señalan casi todos los que han experimentado la cercanía a la
muerte, por un túnel que me condujo a una luz bien iluminada y en donde
aparecieron muchos seres que no conocía, pero se que algunos estaban muertos,
al comienzo se me presento una persona vestida de blanco, con mucha
tranquilidad, serenidad, bien iluminado su campo magnético, quien me condujo a
varios lugares, pasando muchas veces pos cascadas y por baños de luz en
principios con rayos de color amarillo, después verde , azul y violeta, sentía
como esos rayos me invadían, se me decía cosas sobre lo que había sido mi
pasado, infancia, se me hizo ver como una película en donde estaba todo lo que
había vivido hasta el presente.
Se me condujo a un lugar muy especial en donde una persona muy luminosa me decía
que alguien me estaba esperando y quería conversar conmigo, que esperara, al
rato se apareció mi abuelo ya fallecido, quien me saludo, a pesar de que le decía
que lamentaba el no haber ido a su entierro, pues sabía que estaba muerto, me
quedo viendo y simplemente después de abrazarme me dijo, que había asistido a
esta reunión para despedirse de mi, porque ya no lo volvería a ver más.. A
los pocos minutos se despidió de mi, entró por una puerta que se cerró ?
El ser que me acompañaba a quien no conocía, me retiró del lugar, me llevó
por unos jardines grandes, donde habían personas, muchos filósofos, maestros,
permanecí en ese lugar oyendo los temas que se exponían, cuando oí que
alguien me decía debes de regresar, todavía no es tu tiempo y se me insistió
muchísimo a cultivar la no dependencia, el sufrimiento, el apego, aspectos que
en el presente después de haber transcurrido 10 años he venido trabando,
entiendo su alcance, repercusiones y ello me ha ayudado mucho en mi crecimiento.
Desde luego dentro de mi recuerdo se dieron hechos muy relevantes, como la paz,
armonía, tranquilidad, felicidad que se daba el estar en ese lugar, todo me
parecía un sueño, pero las vivencias quedaron grabadas en mi conciente, que me
ha conllevado a confirmar la realidad que sí hay vida después de la muerte.
Carlos Mora Vanegas