EL HOMBRE

La conformación del ser humano está constituida básicamente por lo siguiente :



Espíritu : Chispa divina, Yo Superior.

Cuerpo físico : Cerebro. Organos.

Cuerpo álmico o alma : Central metabólica y conductual. Programación divina.

Campo mental : Pensamientos. Imágenes.

Campo emocional : Emociones. Sentimientos.

Campo aúrico : Energía que rodea el total de los cuerpos de manifestación inferior. En ella se reflejan los estados físicos, mentales y emocionales en forma de diversas tonalidades de colores.

Doble etérico : Replica del cuerpo físico que a través de los centros de conciencia o chakras precipita el patrón forma de la encarnación, a través del registro védico.





CONSTITUCION ALMICA :




Sistema procreador : Fuego

Sistema digestivo : Tierra

Sistema circulatorio : Agua.

Sistema respiratorio : Aire.




Los cuatro sistemas que conforman el alma son inteligencias divinas que rigen al ser, pero sumisas al libre albedrío del ser humano.

Simbólicamente conforman las cuatro puntas de una cruz.


El ser, subyugando con su destructiva voluntad humana a estas cuatro inteligencias, va conformando su propia autocrucifixión.

Ejemplo : Cuando se fuma por primera vez sobrevienen : tos, mareo, dolores de cabeza, etc. Esto se debe a que la inteligencia del sistema respiratorio (aire) reacciona contra esta agresión, rechazándola. No obstante como su misión consiste en servir al ser humano, el individuo haciendo uso de su libre albedrío y a través de su voluntad, continua fumando hasta convertirse en adicto a la nicotina, destruyendo en parte la inteligencia del sistema respiratorio, con las complicaciones patológicas consecuentes.


De esta misma manera, por ejemplo, al introducirse sustancias químicas nocivas tales como las drogas ilegales o legales que alteren el estado anímico de las personas, se va agrediendo a la inteligencia del sistema circulatorio (agua) y sobrevienen patologías diversas.

Ejemplo : histeria, autocompasión, estados depresivos y problemas emocionales en general.


Influyendo en la inteligencia del sistema digestivo (tierra) por ejemplo, ingiriendo comidas o bebidas irritantes en altas cantidades, tenemos : egoismo, violencia, odio, envidia, celos.


Subyugando el sistema procreador (fuego) por ejemplo, acciones antinaturales, exceso de sexo sin amor de por medio, solo por el placer que se logra al hacerlo, se generan complejos varios : inferioridad, complejo de Edipo, de Galatea, disfunciones sexuales, etc.


Es de notarse que todas estas disfunciones estan circunscriptas al campo mental y emocional, terminando por dañar seriamente al cuerpo físico. Esta agresión voluntaria, subyugando al alma, aleja al ser de su evolución espiritual.


Si analizamos el simbolismo de las cuatro inteligencias, descubriremos la relación que existe entre éste y el Cristo crucificado.

Analizando lo anteriormente citado podemos observar que el ser humano al ir subyugando, a través de su voluntad a las cuatro inteligencias que conforman su alma, va gestando su propia crucifixión.