La primera anotación que quiero hacer antes de comenzar mis explicaciones
es la siguiente:
Estas fotos del Barranco de Badajoz, han sido editadas en varias páginas web y
revistas especializadas (ejemplo: Más Allá, nº 184/4/2004, de la página 18 a la
26) siendo el autor del artículo Paco Padrón y las imágenes que lo acompaña
realizadas por el fotógrafo Teyo Bermejo.
Aunque desgraciadamente no podemos tener entre nosotros a Paco para que
ratifique la entrega personal del material aquí expuesto en ningún momento
pretendo sacar beneficio económico de esta investigación, simplemente doy una
opinión personal sobre este material fotográfico, recibido en su momento para
estudiarlo.
Hace ya algunos años por la amistad y correspondencia que llegamos a mantener,
Paco Padrón y yo, me envió a mi correo electrónico una serie de fotos para que
le diera mi opinión personal, entre ellas había varias realizadas por su amigo y
fotógrafo Teyo Bermejo durante el transcurso de las investigaciones realizadas
en varios puntos de las islas entre las que se encontraban algunas del barranco
de Badajoz de la zona geográfica y local de la villa de Güimar.
Entre los años 1991 al 2004, la prolífera actuación fotográfica de Teyo en
"zonas ufológicas calientes", dio como resultado fotos polémicas, inquietantes y
curiosas, éstas se relacionaban con entes o seres luminosos, líneas energéticas,
bolas luminosas casi transparentes en el entorno del barranco e incluso momentos
relacionados con visiones de extraterrestres y objetos voladores no
identificados, estas eran la forma de definir en general las fotos recibidas.
En cada una de ellas aparecían extraños objetos, iluminaciones inexplicables,
luces que como ráfagas fantasmales atravesaban de un lado a otro el formato de
la propia foto sin establecer ningún orden ni concierto, más bien, formas
arbitrarias y movimientos casuales.
Desgraciadamente por problemas y avería en el antiguo ordenador que tenía, perdí
parte de ese valioso archivo fotográfico, sus correspondientes análisis, los
resultados y mi opinión personal dada a Paco, sobre lo que pudiera ser o no ser
cada uno de esos extraños acontecimientos que habían quedado plasmados en los
químicos de cada instantánea obtenida posiblemente en el barranco de Badajoz.
Una de las peticiones que le hice a Paco Padrón fue que consiguiera los
negativos de esas fotos para poder revisarlos y encontrar en ellas una
información muy valiosa para comenzar la investigación partiendo de elementos
más difíciles de "manipular", pero, una serie de circunstancias desconocidas
impidieron hacerme de ese material.
Dentro de esa serie de fotos aparecía una en la que varios señores estaban
alrededor de brasas encendidas, se podían apreciar varios puntos llameantes y
una serie de líneas anaranjadas que recorrían parte del fondo y atravesaban como
una espada flamígera la instantánea.
El resto de las fotos eran tan solo líneas, franjas y manchas con una amplia
gama de tonos de colores, estas interrumpidas de forma zigzagueantes sobre
fondos oscuros. Daban la sensación de inestabilidad, nerviosismo o incluso mal
pulso por parte del fotógrafo que había realizado ese reportaje.
Con los datos que identificaba Padrón el material recibido pretendí ser lo más
fiel al producto que tenia entre manos, olvidarme de las connotaciones tanto a
nivel ufológico como paranormales que pudieran tener dichas impresiones
fotográficas y simplemente intentar ser racional a la hora de valorar cada una
de ellas.
Una difícil labor se me planteaba a partir de el "SI? quiero?, dado a Paco
Padrón", pero mucho más interesante era para mí poder conseguir partiendo tan
solo de unas pocas fotos dar una razonable y objetiva valoración racional de lo
que allí podía verse físicamente, sin entrar en lo que se había pretendido y
dicho hasta ese momento en todas las revistas y medios alineados con la
parapsicología y ufología.
Casi toda mi investigación la volqué sobre la foto más vistosa de todas ellas,
la que se pretendía fuera el buque insignia de las investigaciones realizadas en
el barranco. Esta foto aparecía como encabezado del artículo en la revista Más
Allá nº 184. No obstante, del resto de fotos revisadas la valoración de cada una
de ellas, aunque aquí en esta investigación no aparecen los resultados puedo
decir que se engloban por las características similares sobre la foto pretendida
y aparecida en este pequeño artículo.
No pretendo que este sea aburrido, metódico y mucho menos, repleto de palabrería
científica que lo único que conlleva es el perderse en extrañas e
incomprensibles palabras, simplemente, pretendo hacerles llegar la forma más
fácil de explicar los resultados obtenidos.
La instantánea que aquí se reproduce, técnicamente se puede explicar como una
foto nocturna, expuesta con una apertura de diafragma fijo y acondicionando
automáticamente la prioridad al tiempo de exposición atendiendo a la fuente de
luz del sitio donde se hizo la instantánea, la cámara fotográfica de tipo reflex,
analógica, con objetivo corto que no sobrepasa los 60m/m. (la marca tanto de la
cámara como del objetivo es lo menos importante ya que cualquier cámara moderna
tiene estas funciones y elementos automáticos de ajustes), se puede llevar
acondicionado el modo de función indistintamente tanto en prioridad de tiempo de
exposición o con la prioridad de apertura de diafragma.
La diferencia de cada uno de estos modos de prioridades consiste en lo
siguiente: Modo apertura automática: atendiendo al sensor TTL o en modo manual
mide la recepción de luz ponderada, este prevé la apertura del diafragma del
objetivo colocado en ese momento en la cámara de fotos haciendo que se abra o
cierre hasta compensar la cantidad de luz que le tiene que llegar al tipo de
película que en ese momento está montada. Ese tipo de película se identifica
según la sensibilidad (ISO o ASA) reconocida y estandarizada mundialmente en
todos los formatos tanto en las películas de cliché negativo o día positivas
(conforme más alto sea el valor determinado en ASA de la película utilizada
(68,100,400,1600?), más sensibilidad tiene ésta y más rápida es la impresión que
se produce en el cliché), por lo que a mayor número ASA menos tiempo de
exposición se necesita en condiciones normales de uso o más efectiva a la hora
de utilizarla en exposiciones nocturnas, aunque la calidad de este tipo de
película varía no es relevante para este caso.
Modo de tiempo de exposición: Así como en el caso anterior podíamos manipular la
cantidad de luz, en este caso lo que se pretende es hacer pasar durante un
tiempo estimado por la foto célula de la cámara la luz suficiente para
impresionar adecuadamente y como en el caso anterior el cliché fotográfico.
Ni que decir tiene que con estas dos prestaciones podemos hacer miles de
combinaciones tanto utilizando los sistemas de menús automáticos de la propia
cámara, como forzarlos manualmente ajustando los dos parámetros mencionados con
las combinaciones apropiadas al motivo que queramos fotografiar.
Una vez aclarado este proceso algo complicado pero fácil cuando se le comprende
comienzo a determinar las constantes que se pueden apreciar en esta fotografía.
Recuerdo que la foto mencionada anteriormente de las personas que alrededor de
la fogata posaban tenía unas ráfagas casi idénticas a la que estamos
investigando en este caso (esa foto fue una de las muchas que me desaparecieron
y pretendo paliar esa pérdida con otra parecida de distinto autor, toma y sitio
para que veáis la similitud de los trazos).
Esta instantánea no está presentada en su formato original y se ha recortado
para limitar el elemento principal como base y centro de atracción visual, la
denominan en algunas revistas como el ángel y en otras como el ser alado. La
forma en la que fue obtenida por Teyo siguiendo un extraño ruido oído a modo de
aleteo de ave, es una de las pistas a tener en cuenta a la hora de valorarla ya
que me lleva a la conclusión que la oscuridad reinante le hizo hacer la foto a
ciegas y siguiendo un rastro perceptivo, hasta aquí una reacción muy plausible,
pero en lo que no cayó el fotógrafo es en verificar el modo en el que se
encontraba la cámara fotográfica en ese momento.
Por mis propias experiencias adivino que la posición de su ajuste permanecía en
modo automático, con la apertura de diafragma "f" ya prefijado, aproximadamente
sobre 4?6f. Este parámetro acondicionado al tipo de sensibilidad "400 ASA" de la
película utilizada me lleva a la conclusión que la cámara automáticamente se
reajusta en modo tiempo de exposición que es la prioridad acondicionada por
tener la apertura fijada o enclavada manualmente. El que el flash se disparase
dentro del tiempo de exposición la milésima de segundo que dura el destello solo
percibió la luz una pequeña parte de la foto y el diafragma se mantuvo abierto
hasta completar el tiempo estimado por el modo auto de la cámara dejando sin la
poderosa luz de flash 3,9999 segundos.
El tiempo de exposición llegó a alcanzar hasta los 4 segundos por lo que durante
ese tiempo de apertura incontrolado pasó por delante de una o varias fuentes de
luz continua lo suficientemente estable como para ser percibidas en los químicos
del cliché y el movimiento tanto de Teyo como el de su mano donde sujetaba la
cámara hicieron movimientos naturales en la tensión del momento vivido pocos
segundos antes.
La valoración que se establece sobre los colores que se aprecian en las ráfagas,
aparecen una serie de parámetros medibles tanto espectrográficamente como
atendiendo las tablas o cartas de temperaturas de color denominadas y
establecidas en grados kelvins "ºK".
Las líneas más estrechas que se aprecian en la instantánea se identifican con
una fuente de luz dirigida con poco margen de dispersión y con un centro
incandescente en forma de "C" que se desplaza a todo lo largo de dichas líneas
esta forma que se puede apreciar es la de un filamento de lámpara incandescente
alimentada por corriente continua. Este tipo de filamentos realizados sobre un
hilo revestido de tungsteno tienen la característica que es un metal muy duro y
su punto de fusión el más elevado de todos los elementos le hace excepcional
para usarlo en las bombillas y lámparas incandescentes.
La temperatura de color que se puede apreciar según el estudio realizado sobre
esta estela se identifica entre los 2.000 y 2.200 ºK por lo que se puede
determinar que la potencia de ese elemento luminoso no sobrepasa los 30 watios,
mi experiencia me lleva a sospechar que esas estelas definidas son productos de
linternas o focos alimentados por baterías y que portan encendidos algunos de
los presentes en el transcurso del tiempo de exposición realizado en esa
instantánea.
Si desmenuzamos nuevamente dicha foto y nos acercamos a las bandas luminosas más
anchas podemos apreciar que en determinados momentos de la impresión secuencial
hay focos concentrados de temperatura que dan la sensación de reducir y aumentar
la intensidad del nivel térmico haciendo que esos focos denoten por una parte
fracciones de tiempo mayores a la hora de impresionarse sobre el negativo o
cliché por lo que los niveles graduales kelvins se identifican dentro de la
tabla en unos 1.800 ºK, este nivel de intensidad está valorado en la tabla de
temperaturas como focos de luz incandescentes pero por combustión al aire libre
sin estar encerrados en una capsula de vacío.
Esa valoración determina que ese foco de luz no es constante, aumentando y
disminuyendo paulatinamente en el momento de haber sido captado en la
fotográfica, se puede determinar como si fuera un parpadeo involuntario y fuera
de secuencia estabilizada, no tiene un tiempo continuo y tanto se debilita como
aumenta el foco tanto luminoso como térmico.
Me he permitido el cambiar los colores naturales por otros espectrográficamente
simulados para dar una visión más espectacular y comprensible a mis
explicaciones. Las zonas azules identifican un punto térmico de mayor
concentración de energía mientras los verdes y rojos determinan los pasos de
diferencia térmica dentro de los propios niveles escalonados de la temperatura
de color. Este paso me hace deducir nuevamente que este foco de luz que parecen
entrelazados y produciendo formas que se pueden confundir o dar la sensación de
extraños rostros, plumas flameantes, y torsos que parecen estar llenos de fuerza
y movimiento se identifica "según mi criterio personal" como elementos térmicos
concentrados en maderas en combustión que tintinean al compás de las posibles
ráfagas de viento de la zona por muy efímeras que sean en ese momento.
En la siguiente modificación de color de la foto "original" intento hacer la
simulación de lo que sería el negativo de esa foto en el propio cliché sin haber
sido positivado sobre papel, esta imagen negativa al no ser realmente la
autentica, "original?", pocos elementos a estudiar se pueden extraer de ella
pero la expongo para que se pueda ver que en las zonas oscuras, negras en la
foto (blancas o transparentes, en el negativo), no existen elementos escondidos
o con poca intensidad como para extraer elementos de la zona en la oscuridad más
absoluta.
Otro elemento que no debo de pasar por alto y digno de tener en cuenta a la hora
de valorar la foto, es que Teyo asegura que utilizó el flash acoplado a su
cámara. Curiosamente esa fracción en la que el flash debe de hacer acto de
presencia en el espacio de tiempo que es efectivo sobre los químicos, al ser una
imagen movida y recortada, no aparece ningún elemento que identifique ese tiempo
de máxima luz que tenía que haber quedado reflejada dentro de ese negativo,
también me lleva a sospechar que esa imagen está manipulada eliminando elementos
que pueden aportar datos de vital importancia a la hora de valorar la
instantánea ya que en ningún sitio de la propia foto aparece algo iluminado por
una temperatura de color de entre unos 3.500º y 3.800 ºK.
El resumen que propongo bajo mi propio criterio es que en un momento determinado
el fotógrafo Teyo Bermejo realiza una foto instantánea en condiciones de luz
fuera de lo corriente, tanto la oscuridad, como la capacidad de reacción ante un
ruido extraño y la necesidad de conseguir por encima de todo una foto que
retenga el momento vivido, hace que Teyo no acondicione correctamente los
parámetros o ajustes necesarios y propicios para conseguir lo que se propone,
deja fuera de juego tanto la velocidad de obturación como el impacto de la
milésima que establece el fogonazo del flash, esta fuente por las condiciones de
luz citadas en el párrafo anterior, insisto que no aparece reflejada.
Estas explicaciones que expongo en este artículo, sólo están sujeta a mi propia
experiencia dentro del campo de la fotografía, tan solo a nivel amateur pero con
40 años de experiencia arropado en mi familia por conocidos profesionales de la
foto de mi ciudad Sevilla. No quiero utilizar palabras raras, idiomas que yo no
conozca y mucho menos elementos que no se puedan consultar en cualquier manual o
tratado básico de fotografía.
Escrito por Rafael Cabello Herrero
Sevilla ? España
Petición particular que me hizo Juanca Romero para ANGULO 13.