despertar espiritual

El dormitar en la materia y el despertar espiritual


El fin primordial del Círculo Metafísico es el despertar espiritual de todos los seres

de buena voluntad que deseen servir de corazón a reestablecer el primigenio plan

de Paz, Amor y luz en Cristo sobre la tierra.


El despertar espiritual nos permite acceder a la verdadera y real libertad.


¿Y cómo sabré si estoy dormido?



Jesús nos lo dice en el Evangelio: ?¿Por qué me dicen Señor, Señor, si no hacen lo que digo?? Si no hacemos lo que Dios quiere y nos dedicamos a fabricarnos un mundo de mentiras, es que estamos dormidos.

Lo que importa es responder a Dios con el corazón.

No importa ser ateo, judío, musulmán o católico; lo importante es la íntima comunión con el corazón.

El estar despierto es abrir el corazón a la verdad.

Si el pasado duele, es que estamos dormidos.

Cuando se abren los ojos, todo cambia, y se observa que el pasado está muerto y el que se duerme en el pasado deja de existir, porque sólo el presente esta vivo si se esta despierto en él.

El sufrimiento es obra de la mente y no es real.

Si se sufre es que se esta dormido porque, en sí, el sufrimiento no existe, es un producto del sueño; y si se está dormido en un mundo irreal, eso puede ser peligroso.

Un dicho dice: "Todo es según el color del cristal con que se mira."

El sufrimiento no está en la realidad, sino en nosotros. Por eso, en todas las religiones, se ha predicado que debe morir el yo para volver a nacer.

Éste es el verdadero bautismo que hace surgir al hombre nuevo.

La realidad no crea problemas, los problemas nacen de la mente cuando se esta dormido.

El hombre crea los problemas.

Estar despierto es aceptarlo todo, no como ley, no como sacrificio, ni como esfuerzo, sino por iluminación.

Le preguntaron a un maestro oriental sus discípulos: "¿Qué te ha proporcionado la iluminación?" Y contestó: "Primero tenía dolor y ahora sigo con el mismo dolor, pero la diferencia está en que ahora no me molesta el dolor."



El sufrimiento sólo surge cuando se ejerce resistencia al dolor.



Si se aceptas el dolor, el sufrimiento deja de existir. El dolor no es inaguantable, porque tiene un sentido comprensible en donde se remansa. Lo más doloroso es tener el cuerpo aquí y la mente en el pasado o en el futuro.

Lo insoportable es querer distorsionar la realidad, que es inamovible.

Es una lucha inútil como es inútil su resultado: el sufrimiento.

No se puede luchar contra lo que no existe.

No hay que buscar la felicidad en donde no está, ni tomar la vida por lo que no es vida, porque entonces se estará creando un sufrimiento que sólo es el resultado de la ceguera humana y, con él, el desasosiego, la congoja, el miedo, la inseguridad.

Nada de esto existe sino en la mente dormida. Cuando uno despierta, culmina la mentira.


¿Qué hace falta para despertar?

No hace falta esfuerzo ni juventud ni pensar mucho.

Sólo hace falta una cosa, la capacidad de pensar algo nuevo, de ver algo nuevo y de descubrir lo desconocido.

Es la capacidad de movernos fuera de los esquemas que durante siglos hemos creado.

Ser capaz de saltar sobre los esquemas y mirar con ojos nuevos la realidad que no cambia.

El que piensa como musulmán, no piensa... y el que piensa como católico, tampoco piensa.

Ellos piensan a través de su ideología.

Se es un esclavo en tanto y en cuanto no se puede pensar por encima de las ideologías.

Se vive dormido y pensado por una idea.

El profeta no se deja llevar por ninguna ideología, y por ello es tan mal recibido.

El profeta es el pionero, que se atreve a elevarse por encima de los esquemas, abriendo nuevos caminos.


Nos hemos acostumbrado a la cárcel de lo viejo y preferimos dormir para no descubrir la libertad que supone lo nuevo.

Lo peor y más peligroso del que duerme es creer que está despierto y confundir sus sueños con la realidad.

Pues lo peor y más peligroso del que duerme es creer que está despierto y confundir sus sueños con la realidad.

Lo primero que se necesita para despertar, es reconocerse estar dormido y soñando.

"Hagan lo que les digo", dice Jesús. Pero no podremos hacerlo si antes no nos transformamos en el hombre nuevo, despierto, libre, y dispuesto a amar.

Nos dice el evangelista Pablo: "Aunque diera todo a los pobres, y mi cuerpo a las llamas, ¿de qué me serviría si no amo?"

Este modo de ver de Pablo se consigue viviendo, y este modo de ser nace de estar despierto, disponible y sin auto engaños.