CAMPANAS QUE SANAN

Campanarios Lemures y Atlantes

Desde los principios de la humanidad, en todo el universo se ha estudiado y aplicado al bienestar humano el poder de los diversos sonidos que producen ciertas campanas de características muy especiales.

Los sonidos que desprenden estos verdaderos generadores sicotrónicos generan un tren de ondas vibratorias muy especiales

Estos sonidos son muy útiles para la libre rotación armónica que necesitan los vórtices de energía de los centros de conciencia o chakras.

Nuestros hermanos mayores en evolución álmica sugieren rescatar este conocimiento y aplicarlo en diversas áreas del hacer humano para lograr la quietud, armonía, salud física, emocional y mental que tanta falta le hace hoy a la humanidad.

Antiguas civilizaciones utilizaban estas técnicas con sorprendentes resultados.
En este campo se destacaron los Lemures y los Atlantes.

Hoy en día en el Tibet quedan algunos vestigios de este sabio conocimiento que a través de los sonidos de las ya conocidas campanas tibetanas son aplicados a la contemplación, meditación y a la autosanación de diversas patologías físicas, mentales y emocionales.

Es sabido que la música armoniosa calma a las fieras y enaltece el espíritu humano.

Los sonidos especiales que irradian estos bellos instrumentos han sido celosamente guardados por los custodios de la música de las esferas celestes hasta que el ser humano llegue a alcanzar su mayoría de edad como raza.

Son épocas de cosecha, los graneros del padre se están colmando puesto que la siembra esta siendo levantada.

Todo aquel que a través de sus acciones, mentales, emocionales, y físicas centradas en la luz divina despierte espiritualmente tendrá un lugar a la diestra del Cristo.

Así también, el que eligió seguir dormitando en el mundo material deberá esperar la siguiente oportunidad de trascendencia.

El padre en su infinito amor no elige el destino de sus amados hijos sino que su ley de causa y efecto se encarga de encausar y hacer crecer al que se ha desviado del sendero de la luz.

Por este motivo y a las puertas de un cambio fundamental en el rumbo de la humanidad, la misericordia divina, por intermedio de sus maestros en luz de la gran confraternidad blanca
nos ofrecen este pan de vida para que juntos podamos elevar las baja frecuencia de vibración con los bellos y armoniosos sonidos de los campanarios Lemures y Atlantes.

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