Eso es lo que afirma el I?Ching, el milenario Libro de las Mutaciones del
Taoísmo chino.
Habitamos un Universo en el que el cambio es la constante y sin embargo, a pocas
cosas nos resistimos tanto como a cambiar.
Algunas personas incluso, prefieren mantener las cosas tal como están aunque
ello les suponga continuar sufriendo o vivir muy por debajo de sus verdaderas
posibilidades.
Como mucho, cambian sin cambiar, hacen ?como si? cambiaran y maquillando su
realidad creen que la han modificado. Se resisten a traspasar los límites que
ellas mismas han establecido.
Esto me hace recordar lo que sucede con las liebres y su sentido del territorio.
La liebre marca su territorio y jamás sale de él. En él se siente segura, en
casa. Si aparece un zorro y la persigue, ella corre y corre ... ¡hasta llegar a
los límites de su territorio! En ese momento se paraliza y el zorro la atrapa.
Prefiere ser devorada antes que ir más allá de los límites que ella misma
estableció.
A muchas personas les sucede algo similar.
Yo soy así, mi vida es así, me satisface tal cosa, no me gusta tal otra, mis
costumbres son estas, mis ambiciones son tales, mi ocupación es esta, mis
posibilidades son estas, mi vida de pareja es así, debo conformarme con lo que
tengo, etc, etc., etc. Y a veces prefieren malvivir con tal de no ir más allá de
los límites autoimpuestos. Y se sienten mal y no encuentran la razón para su
malestar.
No obstante, esas personas por mucho que se esfuercen, no podrán mantener sus
vidas en un estado de suspensión, porque sus Almas querrán otras cosas.
El Alma, tu Alma, mi Alma, quiere que seamos felices, que vivamos en plenitud,
que gocemos, que la alegría, la abundancia y el amor sean presencias constantes
en nuestras realidades.
Y para lograr su objetivo, tu Alma genera circunstancias de cambio en tu vida.
Estas circunstancias pueden ser internas o externas o ambas a la vez.
Son internas cuando experimentas sentimientos de dolor (y el dolor también puede
llamarse depresión, enojo, desesperanza, apatía o tristeza).
Son externas cuando suceden hechos en tu mundo personal (te separas, te despiden
del trabajo, sufres una pérdida importante, surge una crisis imprevista en
cualquier ámbito).
Tanto las circunstancias internas como externas, son en realidad bendiciones
disfrazadas de problemas, recursos de enseñanza para que seamos cada vez más
plenos y generalmente cuando se presentan como situaciones difíciles es porque
nos hemos estado resistiendo a ?enterarnos? de la necesidad del cambio.
El 25 de enero próximo, el planeta Plutón dejará el signo Sagitario e ingresará
a Capricornio.
Plutón es en Astrología, el mayor símbolo del cambio.
Según el sector de tu Carta Natal por el que transita y según los aspectos
(ángulos) que forma con las ubicaciones natales de los restantes planetas, es
posible saber qué cambios están ocurriendo o a punto de ocurrir en tu vida, en
qué ámbitos, en qué fechas aproximadas y con qué características.
Y la gran particularidad de Plutón, es que provoca los cambios sí o sí, los
quieras o no los quieras.
Por lo tanto, lo mejor es que cuando un área de tu existencia esté en crisis y
necesitando cambiar fluyas con ese cambio y de ese modo será más fácil y
constructivo.
?Háblame de la vida, le pidió el discípulo al Maestro.
La vida es como un río, respondió el Maestro.
Y existen sólo dos maneras de introducirse en él.
Hay quienes se internan en el río y se dedican a mover frenéticamente sus brazos
y piernas, tratando de luchar contra la corriente.
¿Y qué sucede con esas gentes? preguntó el discípulo.
Terminan en el mar, contestó el Maestro.
También hay quienes se internan en el río, observan la dirección de la
corriente, confían en ella y se dejan conducir moviendo sus brazos y piernas
sólo lo necesario.
¿Y qué sucede con esas gentes?
Terminan en el mar.
Pero entonces no hay diferencias, exclamó el discípulo.
Si la hay y muy importante, aclaró el Maestro.
Como todos los ríos desembocan en el mar, también el río de la vida culmina en
el mar.
La diferencia es que para quien se la pasó luchando contra la corriente la
travesía fue puro sufrimiento y llegará al mar exhausto, enojado y frustrado en
tanto que quien se dejó llevar gozó de la travesía y llegará descansado, alegre
y en paz.
Observa tu realidad y trata de darte cuenta de qué cambios estás necesitando y
confía en que serán para tu bien.
Reconoce tus sentimientos y tómalos como invalorables indicadores de tu realidad
interna.
Mira atentamente lo que está sucediendo en todas las áreas de tu vida.
Y si quieres vivir un 2008 diferente y pleno, quedo a tu disposición para,
valiéndonos del estudio de tu Carta Natal, descubrir los caminos adecuados que
te conduzcan a ser quien puedes llegar a ser y a vivir como puedes llegar a
vivir y recurriendo a las técnicas del Coaching Astrológico, recorrer esos
caminos fluidamente.