"EL MAGO": EL GUÍA SEGURO

"El Mago" es la segunda carta de los llamados "Arcanos Mayores" del Tarot y la imagen incluída en este artículo corresponde al Tarot Mítico, que es la versión que utilizo en mis consultas.
Cuando nos sentimos confundidos y/o extraviados en alguna circunstancia de nuestras vidas, naturalmente tendemos a buscar una guía -una luz- que nos ayude a volver a la claridad. Generalmente lo que hacemos es buscar fuera de nosotros esa guía y a veces obtenemos buenos puntos de referencia en el exterior, pero la guía más importante siempre se encuentra en nosotros mismos. Siempre, habrá una parte de nosotros que "sabrá" la respuesta que requerimos, aunque algunas personas confían tan poco en sí mismas que cuando oyen esa voz dentro suyo, no la toman en cuenta.
Cuando en una lectura del Tarot aparece esta carta y la persona está consultándome sobre un dilema que tiene planteado, la carta de El Mago -según su ubicación en la "tirada"- muestra certeramente el camino que se debe tomar para arribar a una solución y generalmente quien consulta comprueba que esa información coincide con lo que él o ella intuían. Un comentario que suelo escuchar es: "yo ya lo sabía". Y claro que ya lo sabía, pero el Tarot nos confirma desde afuera lo correcto de lo que ya sabíamos.
Porque esa es justamente una de las mayores virtudes del Tarot: el oficiar de vocero de lo que nuestra mente inconsciente "sabe". Y otra de sus virtudes, es que nos presenta en forma ordenada todo el panorama de lo que estamos viviendo.
Cuando estamos confundidos por más que tengamos varias y buenas ideas respecto a qué hacer, esas ideas están precisamente "fundidas" entre sí, no diferenciadas y por tanto, no claras para nuestra consciencia y en esas situaciones la lectura del Tarot nos muestra una visión ordenada que nos facilita mucho el accionar sobre lo que nos sucede.
Roberto es un profesional universitario muy calificado y uno de los valores al que le asigna mayor importancia, es a disponer de tiempo en cantidad y calidad para compartir con su familia.
Un buen día recibió una propuesta laboral aparentemente irresistiblemente atractiva, que significaba multiplicar por cuatro sus ingresos económicos habituales.
Y Roberto se sumergió en un angustiante mar de dudas. Porque si bien la remuneración era más que estimulante, la nueva tarea le significaría estar en el exterior por cinco días cada semana.
El dilema era entre la posibilidad de ganar dinero y con ello mejorar la calidad material de su vida y la de su familia o continuar priorizando sus vínculos familiares y aceptar un nivel económico menor.
Con ese dilema llegó a mi consultorio.
Del análisis de su Carta Natal y Carta Anual surgió que resultaría inconveniente para él el embarcarse en esa aventura profesional. Y a continuación le hice una lectura del Tarot Mítico. La carta que más destacaba en esa lectura fue precisamente El Mago y atendiendo a cómo esa carta se vinculaba con las restantes nueve cartas de la "tirada", pudimos ver cuáles serían las consecuencias en caso de aceptar el ofrecimiento de trabajo, consecuencias que atentarían gravemente contra el estilo de vida familiar al que él le asignaba tanto valor. Y la carta de El Mago también le señaló una alternativa nueva, un camino del medio, una conciliación entre aparentes opuestos (aceptar o rechazar).
A la semana Roberto volvió a mi consultorio y lleno de alegría me contó que gracias a la consulta anterior, había propuesto -y se lo habían aceptado- un sistema de trabajo que implicaría viajar solo dos días por semana y conservando el mismo excelente nivel de remuneración.
La clave estuvo en que la carta de El Mago le señaló que lo que necesitaba en esa circunstancia aparentemente tan rígida, era proponer una forma nueva y diferente de participación laboral y de ese modo, contemplar sus dos necesidades: el aumento de ingresos y la comunicación familiar.
Seguramente tú te has encontrado -o te encuentras ahora mismo- también en situaciones en las que se te presentan varios caminos y no sabes cuál es el correcto para ti y tu proyecto de vida. En esos casos, siempre es inteligente recurrir a la sabiduría de El Mago y ello por una simple razón: ¡porque nuestra vida es demasiado breve como para permitirnos el lujo de equivocarnos!