El primer Maestro de Sabiduría a quien debemos ir para aprender y practicar sus enseñanzas, es el Cristo interior.
El ángel de la espada de fuego aniquila todo átomo denso que trata de entrar por esta puerta. Con la aspiración y el amor podemos atraer al cuerpo vibraciones del mundo interno, que nos sutilizan para poder volver al Edén y morar en él.
El es el Gran Arquitecto de nuestro Universo.
Este maestro arquitecto reside en el Chakra Coronario. Es el constructor del
cuerpo templo físico. Su material de construcción son los átomos aspirados por nosotros desde el momento de nacer.
Con nuestra aspiración pura damos materiales puros al
Gran Arquitecto de nuestro universo y nos ponemos en contacto con él.
El objeto de la Aspiración del Gran Aliento es purificar la sangre, vehículo de
Yo Soy, porque El Cristo interior no puede habitar sino en la sangre más pura del corazón.
El Gran Arquitecto fabrica su universo por medio de la sangre.
Al hombre que está interesado en servir se le exige grandes aspiraciones, llenas de Energías, para reanimar a los átomos constructores que fueron debilitados
por la vida errada e inarmónica.
Sólo el hombre correcto y justo puede obtener la ayuda de estos átomos constructores por medio de la aspiración pura.
Los pensamientos de odio aniquilan la fuerza de los buenos átomos trabajadores y originan la enfermedad en el cuerpo psíquico para luego reflejarse en el físico.
El arquitecto de nuestro universo nos pide siempre material puro y adecuado para nuestra evolución.
Cada ser es el forjador de su propio destino, tiene la facultad de elegir el camino en la vida y nadie ha intervenido ni intervendrá en su destino.
El ser que rasga el velo y observa su mundo interior puede comprender el sufrimiento de sus ángeles internos, que luchan para conservar la armonía
del cuerpo con el Infinito.
Algún día, cuando los hombres desarrollen todos sus centros angélicos, toda la humanidad será una sola familia, sin fronteras ni limitaciones.
El cuerpo tiene átomos buenos y errados; robustos y débiles. La aspiración pura elimina los errados y fortifica los débiles para convertirnos
en seres sanos y robustos y obtener la ayuda de nuestros ángeles guías
Juan Orsini
Círculo Metafísico Argentino